Vega espera

Es flaco, alto, capaz de estirar su 1,89 metros hasta los rincones más lejanos del arco. Volador, seguro de arriba, no es un arquero que quedará en el olimpo del fútbol argentino, pero sí puede presumir de ser un golero correcto, capaz de brindar seguridad. No es un jugador superlativo en su puesto, como su competidor Juan Pablo Carrizo. Para eso le falta un escalón más, algunas atajadas espectaculares y algunas actuaciones consagratorias.

Mario Daniel Vega llegó a River en 2007, tras atajar dos años en Nueva Chicago y conseguir allí el ascenso a Primera División. Su buen nivel le permitió dar el salto desde Mataderos hasta Nuñez, aunque en su primera temporada fue el tercer arquero del equipo detrás de Juan Marcelo Ojeda y Bernardo Leyenda. Durante un año no jugó un solo partido. Luego fue relegado por Juan Pablo Carrizo y vio pasar a Mariano Barbosa y Nicolás Navarro. “No entré ni un minuto en mi primer año en el club pero me había puesto en la cabeza que no me iba a ir de River sin haber jugado un partido, sin al menos saber qué se siente defender esos colores” le dijo en su momento a la revista El Gráfico. Finalmente, la salida de Carrizo le dio un lugar en el equipo, a comienzos de 2009.

Durante un año y medio, Vega tuvo correctas actuaciones, lo suficiente como para permanecer como titular en un arco tan difícil como el de River. Pero la vuelta de Carrizo a mitad de 2010 lo relegó otra vez al banco. Es claro que entre ambos no hay competencia posible, lo que se confirmó en el alto nivel que mostró el ex Lazio y Zaragoza en el Apertura pasado. Carrizo fue uno de los puntales del equipo que en el último torneo sumó 31 puntos y terminó cuarto.

Pero Carrizo sufrió la semana pasada una lesión que le demandará entre dos y tres meses de recuperación. Sin embargo, la sucesión natural no se produjo y no fue Vega, el segundo en la lista, el titular en el amistoso del viernes ante estudiantes. Allí atajó el juvenil Leandro Chichizola , de correcta tarea aunque no muy exigido.

Chichizola, de 20 años, era hasta hace poco el tercer arquero. Sólo había sido titular en un partido de pretemporada cuando Néstor Gorosito era el entrenador millonario, en Canadá en 2009, donde atajó un penal que sirvió para que River gane la Carlsberg Cup ante el Toronto FC. A fines de 2010 entró en conflicto con el club, faltó a algunos entrenamientos del plantel profesional y casi abandona la institución. Hoy tiene su gran chance, de la mano del entrenador Juan José López, que lo conoce por su anterior trabajo como responsable de las divisiones inferiores del club.

Vega desde hace un tiempo se comprometió con causas ajenas al fútbol, como la lucha de los trabajadores de la fábrica de ladrillos Stefani, en Neuquén. También participó en partidos a beneficio en Cutral - Co, su pueblo natal. Allí, creció en medio de cortes de ruta, de protestas y puebladas en reclamo de puestos de trabajo, en una ciudad marcada por la privatización de YPF a comienzos de la década del ´90 y los despidos masivos.

A sus 23 años, Vega lleva en su rostro y en sus gestos las marcas provincianas, sencillas, frescas, como esas que muestra cuando ocupa los tres palos. En River, debió padecer como titular épocas duras, en 2009 y 2010, con campañas que sumergieron al equipo en la lucha por la permanencia. El viernes parecía tener su revancha, pero debió ver el aburrido empate 0 a 0 entre River y Estudiantes desde el banco. “A veces, esto de jugar o no jugar son cosas menores que tiene la vida” dijo hace unos meses en la revista Un Caño. Quizás ataje el miércoles en el último amistoso ante Boca, aunque la mella en su confianza ya estará hecha.

Macri prepara la vuelta a Boca

“Mauricio Macri consolida su imagen por la eficacia de su gestión como dirigente deportivo. Llega como una figura en el favoritismo popular porque Boca es mucho más que una identidad deportiva” afirmó en una entrevista reciente Santiago Kovadloff, intelectual, ensayista y poeta, devenido en asesor freelance del hoy jefe de Gobierno de la Ciudad Buenos y ex presidente de Boca Juniors. Kovadloff define un fenómeno que Macri encarna en la Argentina como pocos: la del dirigente político que construye su carrera desde un lugar ajeno y utiliza su prestigio ganado allí para presentarse como una opción válida a la hora de las elecciones.

Pero en este fenómeno, Macri parece ser una figura con caracteres propios, ya que parece no descansar en la buena reputación ganada como dirigente deportivo, sino que en estos días intenta volver a influir activamente en la gestión de Boca Juniors, pese a su múltiples ocupaciones como responsable de la capital argentina y sus sueños de ser presidente del país.
“En la calle hay un reclamo sistemático que se resume en ese `Volvé a Boca, por favor`" declaró alguna vez Mauricio Macri cuando ya era jefe de gobierno. Entre 1995 y 2007, fue el presidente del club de la ribera hasta que decidió dar el salto a la política nacional.

“El fútbol es mucho más difícil que la política” agregó Macri. En Boca, su gestión tuvo un comienzo errático, ya que tardó tres años en conseguir su primer título. Luego, conseguiría 16 campeonatos durante su mandato, que lo dejarían bien posicionado para abandonar el pago chico futbolero y jugar en las ligas mayores, donde se cuenta el poder verdadero. Al técnico Carlos Bianchi, responsable de la mayoría de los logros, parece deberle gran parte de su carrera política.

Sin embargo, luego de casi 4 años de haber abandonado formalmente la presidencia xeneize, Macri dejó traslucir últimamente sus intenciones de participar nuevamente de la vida política del club, que a fin de año tendrá elecciones.

Hace unos días llegó al domicilio de los socios de Boca un sobre que proponía la candidatura de Daniel Angelici a presidente por la agrupación Dale Boca. La carta llevaba las firmas del postulante y de Mauricio Macri. Parece que esta vez, Macri no se propone manejar el club vía satélite, sino que apoyará a su delfín Angelici e iría como vocal en la lista.

El líder de la agrupación, Raúl Oscar Ríos, es otro delfín macrista. Como su jefe, en su momento dio el salto desde el club al Poder Ejecutivo porteño, para hacerse cargo de la Agencia Gubernamental de Control. Allí debió soportar el derrumbe de un gimnasio de Villa Urquiza a comienzos de agosto pasado, donde murieron tres personas. A las pocas horas, mientras se seguían buscando los cuerpos de las víctimas, Ríos participó de la reunión de Comisión Directiva de Boca para votar en contra de la renovación del contrato de Riquelme. Eso le costó su cargo político, aunque como vemos continúa con su participación activa en la política del club y se ha dejado ver junto a Macri por el interior del país haciendo campaña política a favor del PRO, el partido del jefe de gobierno.

Sin embargo, algunos hasta no descartan que el propio Macri sea candidato a presidente del club. Como las elecciones del club son a fin de año, luego de los comicios de la ciudad y los presidenciales, si la suerte le es esquiva en las grandes ligas, podría caer en la tentación de ponerse el traje de presidente del club de sus amores. En 2008 la Inspección General de Justicia determinó que Macri debía volver a su cargo de presidente Boca, ya que se había producido un problema con los avales de su sucesor, el fallecido Pedro Pompilio. Luego de tres meses en el cargo, Macri convocó a elecciones nuevamente, le dio su apoyo a Pompilio y en ese entonces decidió poner a gente de su confianza en la lista para seguir de cerca las acciones del club.

Lo cierto es que esta vez Macri puso la firma para avalar a Angelici y colocar su nombre entre los candidatos, aunque no sea él quien asuma las mayores responsabilidades. Su amigo Angelici presenta un perfil similar al de su jefe. Empresario exitoso, es dueño de bingos en distintos puntos del país y cuenta con inversiones en Brasil. Tiene larga militancia en el radicalismo, aunque desde hace un tiempo participa en el PRO bien cerca de Macri. En Boca, desde su cargo de tesorero operó en contra de la renovación del contrato de Juan Román Riquelme, haciendo caso al pedido de su jefe político. Estuvo a un sufragio de alcanzar el éxito: el presidente Ameal desempató la votación por el sí y el ídolo sigue en el club.

“Es indudable que Macri tiene para aportar un capital de popularidad que no todos tienen. Muchos líderes que hoy disputan la presidencia están afectados por el desprestigio de la política y Macri está beneficiado por el prestigio del fútbol” agregó Kovadloff. Ojalá algún día el prestigio de los dirigentes políticos argentinos provenga de su capacidad intelectual, de su eficiencia en la gestión y de sus chances de cambiar realmente la vida de los habitantes del país.

La ley cae sobre Byron Moreno

Quizás se cansó de sostener una mentira con patas cortas a todas luces. O decidió tomar el atajo que otorga la ley norteamericana e intentar reducir una segura condena. Esta vez, no podría recurrir a los ampulosos gestos que utilizaba dentro de la cancha para explicar sus decisiones. El poder de la ley ahora está en manos de otros, que lo pusieron bajo su pulgar sin posibilidades zafarse.

El ex árbitro ecuatoriano Byron Moreno decidió hace pocos días empezar a escribir el final de su historia que comenzó hace poco más de tres meses. La semana pasada, se declaró culpable del delito de tráfico de drogas ante la corte de Nueva York y así afrontará el juicio con la posibilidad de ser condenado a penas menores, que alcanzarían los 6 años. Su proclamada inocencia declarada al comienzo del proceso quedó esta vez de lado.

El hecho ocurrió el 20 de septiembre pasado, cuando el ex árbitro, que representó a Ecuador en el Mundial 2002, fue detenido en el aeropuerto John F. Kennedy con diez bolsas que contenían 6 kilos de heroína. Desde entonces permanece detenido en una cárcel de Brooklyn.

Luego de versiones sobre un supuesto suicidio, Moreno declaró en octubre ante la corte y allí negó todas las acusaciones. Pero en su última presentación ante los jueces, se acogió al beneficio que otorga la ley norteamericana, que permite al acusado reconocer su culpabilidad sobre un delito a cambio de recibir una morigeración en su futura condena. Cuando llegue el momento del juicio, Moreno verá caer sobre sí el peso de la ley que tantas veces tuvo en sus manos.

Aquí el video con la detención de Byron Moreno, el 20 de septiembre pasado:

El cortometraje más premiado de la historia y su toque futbolístico

Pocos objetos más tristes e inútiles que una pelota de fútbol pinchada, como si detrás de ella se escondieran todos esos goles que no fueron, esas gambetas inconclusas, esas jugadas sin definición certera. El cortometraje "Porque hay cosas que nunca se olvidan", escrito y dirigido por el argentino Lucas Figueroa, cuenta la historia de cuatro chicos que sufren la pinchadura de su balón a manos de una señora y la venganza que organizan a partir de tal ofensa.

Con un gran despliegue de efectos visuales, el film cuenta con la actuación de los futbolistas italianos Fabio Cannavaro y Amadeo Carboni. El corto español, rodado en italiano, ha logrado más de 300 premios en distintos festivales a lo largo de un año y medio, lo que lo convirtió en el cortometraje más premiado de la historia. Por eso, el argentino Lucas Figueroa, que vive en Madrid, ha conseguido inscribir su trabajo en el Libro Guiness de los Récords. Ahora anda preparando su primer largometraje. Esperemos que también tenga un toque deportivo.

Aquí la película:

Boca fue más en el primer superclásico del año

Boca – River siempre es un buen plato para el sábado a la noche. La escasez de fútbol en el verano elevaba la expectativa por un partido que, si bien se trataba de un amistoso, presentaba en el campo a la mayoría de los jugadores titulares de ambos equipos. Y allí vamos los fanáticos futboleros, a poblar la cancha o sentarnos frente a la tele para seguirlo.

Al fin y al cabo, Boca - River es el partido insignia del torneo argentino. Ese que más expectativa genera en todo el país, el que más atención mediática concentra y uno de los más famosos en el mundo. Cada duelo carga con un poder simbólico, mayor o menor según el caso. En la pretemporada, no existe una recompensa fáctica para el ganador (léase tres puntos para sumar en la tabla). Sólo algún trofeo simbólico de ocasión, como el que esta vez recibió el nombre de Luis Nofal, en honor al empresario televisivo fallecido hace pocos meses. Sin embargo, en los últimos años, algunos partidos de esta época determinaron la salida de algunos entrenadores, como en su momento Ramón Díaz y Alfio Basile, por lo que puede concluirse que en estos casos también hay mucho en juego, aunque no precisamente tres puntos.

Pese a su carácter amistoso, el partido jugado ayer en Mar del Plata heredó de los grandes duelos la fricción en la mitad de la cancha y en esa zona, en el primer tiempo, Boca ganó la batalla. Somoza y Rivero parecieron una dupla central con años en la primera xeneize y anularon así a Lamela y Lanzzini, los creativos de River. Pese a colocar más gente en ese sector, los millonarios fueron superados. Adelante, Mouche puso las ganas de siempre y Palermo fue preciso en los metros finales, para asistir a Colazo en el primer gol y para cabecear abajo en segundo. Pese a no generar tanto peligro, Boca siempre pareció controlar el partido. Fueron frecuentes las situaciones donde futbolistas millonarios en ataque quedaban atrapados entre dos rivales, aislados de sus compañeros. Las imágenes de Pavone poniendo el cuerpo, luchando contra varios en soledad, fueron constantes. De peligro real, muy poco.

En la segunda parte, el partido ganó en desorden, sobre todo del lado de River, mientras Boca consolidó su poder defensivo. Palermo tuvo dos claras y River generó algún peligro aislado, generalmente con pelotas detenidas o arrestos individuales, que encontraron una buena respuesta en el arquero García. Sin embargo, bastante antes del final dio la sensación que el resultado estaba sellado y así fue finalmente, con un claro 2 a 0 para los xeneizes. La fricción y cierto desorden volvieron tedioso el último tramo del partido. Ahí nos acordamos que, al final, se trataba de una amistoso, y que ya podía ensayarse un zapping en la tele. Algo bueno debería encontrarse porque, al fin y al cabo, era sábado a la noche.

El Málaga se inunda de millones

Probablemente había oído hablar de ella por las costas del mar Mediterráneo, con su pleno sol y sus playas, que invitan a las caminatas. O por las pinturas de Pablo Picasso, que nació en la ciudad en 1881 y desde allí llevó su arte al mundo. O por las películas de Antonio Banderas, que dio allí sus primeros pasos como actor antes de encontrarse con Almodóvar y desembarcar en Hollywood. Lo cierto es que hasta hace unos meses, el jeque qatarí Sheikh Abdullah Al-Thani y la ciudad española de Málaga poco tenían en común. Pero a mediados de 2009, el multimillonario árabe compró el club de fútbol de la ciudad andaluza y revolucionó el sur de la península ibérica.

Hace poco más de 6 meses, en Medio Oriente, comenzó a cambiar la suerte del Málaga Club de Fútbol. Hasta Qatar viajó el antiguo propietario Fernando Sanz para sellar el acuerdo con Al Thani y, a los pocos días, el jeque viajó hasta la ciudad andaluza. Luego de reunirse con autoridades comunales y directivos del club anunció su ambicioso proyecto: convertir al Málaga en un equipo de elite en cuarto años. Sin embargo, los planes exceden lo deportivo. Al Thani planea invertir millones para construir un nuevo puerto para la ciudad, levantar hoteles y abrir restaurantes y concesionarias de coches. La última idea tiene el nombre de Qatar Stadium. Se trata de un nuevo estadio para el club, con capacidad para más de 65.000 espectadores, lo que lo convertirá en el tercero más grande de España, detrás del Santiago Bernabeu y el Camp Nou. Al lado se edificará la nueva ciudad deportiva.

Al-Thani, de 43 años, es sobrino del emir de Qatar y forma parte de una generación de jóvenes árabes multimillonarios graduados en las mejores escuelas de negocios del mundo occidental. Cuenta con una gran fortuna sustentada en los yacimientos de gas y petróleo de su país, a la que agregó un conglomerado de empresas en áreas tan disímiles como la moda, las agencias de viajes y la telefonía móvil. Además, es vicepresidente y miembro del consejo de administración del Banco de Doha. Sus pasiones abracan los coches de lujo, los caballos y el fútbol.

Así es como el joven qatarí pagó 36 millones de euros por el Málaga Club de Fútbol, un club que arrastra una deuda de 13 millones y que la temporada pasada casi desciende a Segunda. Desde su llegada, ha fichado a más de un docena de jugadores por más de 20 millones de euros, convirtiendo al Málaga en el equipo que más ha gastado en el último tiempo. Entre los fichajes recientes se destacan Julio Baptista, Martín Demichelis y la última figura, Diego Buonanotte. Pero los refuerzos amenazan con continuar en el futuro, ya que el nuevo mesías prometió inversiones por 75 millones de euros. En el banco, contrató al ex Real Madrid, Manuel Pellegrini. Sin embargo, los resultados todavía le son esquivos, ya que el equipo marcha en el puesto 16, a uno de la zona de descenso.

En su afán markintenero, Al-Thani propuso que el estadio del Málaga pase a llamarse Pablo Ruiz Picasso y que Antonio Banderas sea la imagen del club. Al fin y al cabo, todavía ésas son las caras más conocidas de Málaga y tal vez puedan ayudarle en sus negocios.

Aquí el video con la presentación de Al-Thani como nuevo propietario del Málaga, en junio de 2009:

Wikileaks atrapa al deporte

Más de 250.000 cables confidenciales no podían dejar afuera al fútbol. Wikileaks extendió tanto sus tentáculos que pudo abarcar desde militares despóticos, políticos corruptos, opiniones calificadas confidenciales y hasta al deporte. "Los clubes de fútbol búlgaros están controlados directa o indirectamente por responsables del crimen organizado, que utilizan a los equipos como una forma de darse legitimidad, blanquear dinero o conseguir dinero rápido" decía un cable enviado en enero de 2010 desde la embajada norteamericana en Sofía. Hace pocos días, el diario español El País dio a conocer la información, que aparece en un informe titulado "El fútbol búlgaro recibe una tarjeta roja por corrupción".

El texto intenta trazar un panorama de la organización deportiva de los equipos búlgaros, que tras la caída del régimen comunista local habrían pasado a manos de organizaciones ligadas a la mafia. “Después de la transición a la democracia, los equipos populares, anteriormente propiedad de los municipios y las instituciones del Estado tales como la policía militar, fueron vendidos a la elite de nuevos negocios conocidos por sus estrechos vínculos con el crimen organizado y los ex servicios secretos”.

En el cable aparecen mencionados clubes como el Levski Sofía, CSKA Sofía, Litex Lovech, Slavia Sofía, Cherno, Varna, Lokomotiv Sofía y Lokomotiv Plodviv. Entre los propietarios de los equipos figurarían traficantes de armas y el representante de un empresario ruso expulsado de Bulgaria. Además, la liga búlgara está sospechada por arreglos de partidos, una situación que ya es investigada desde principios de diciembre por la justicia.

En sus toneladas de informaciones desclasificadas y acusaciones cruzadas, sumadas a la participación de los medios de comunicación y la situación judicial del responsable Julian Assange, Wikileaks puso en el marco institucional (en este caso la diplomacia norteamericana) ciertas situaciones o rumores en muchos casos conocidos, pero que ganaron importancia al entrar bajo la esfera gubernamental.

En otro cable referente al deporte, el 24 de diciembre de 2009 la consejera de la embajada norteamericana en Brasilia, Lisa Kubiske, daba cuenta de la posibilidad de que se produjeran atentados terroristas durante el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, que tendrán lugar en Brasil. El informe afirmaba que todavía no se había puesto en marcha un plan para evitar un ataque terrorista, lo que significaba que Estados Unidos podía desempeñar un papel importante en esa tarea.

En Wikileaks también pudo leerse que el jefe de estado de Birmania, el dictador Than Shwe, pensó en comprar el Manchester United por pedido de uno de sus nietos fanáticos del club inglés. En 2009, en medio de un feroz tifón que dejó a millones de personas sin techo y comida, Than Shwe, pensó en pagar 1.000 millones de dólares para comprar el 56% de las acciones del Manchester, pero sus asesores lo hicieron desistir de la oferta.

Clubes manejados por organizaciones mafiosas, lavado de dinero, arreglo de partidos, el deporte como escenario propicio para ataques terroristas, equipos en oferta para caer en manos del mejor postor, no son acontecimientos novedosos para la industria del deporte moderno, sobre todo en los últimos años. La novedad reside en que un organismo oficial da cuenta de ellos.

Wikileaks también se ocupó del deporte amateur. En un despacho de diciembre de 2009, el entonces embajador norteamericano en Eritrea, en el noreste de África, Ronald McMullen, escribió: "Muchas calles polvorientas de la capital Asmara están llenas con mocosos pateando un viejo calcetín lleno de trapos de aquí a allá entre goles anotados entre piedras apiladas. El gobierno y los funcionarios del partido son ávidos fanáticos de la Liga Premier británica y algunas veces abandonan temprano sus funciones oficiales para asistir a algunos juegos importantes". La penetración global del fútbol tampoco resulta novedosa.

Avram Grant

Probablemente haya sido la derrota menos deseada, en una temporada plena de contratiempos. Justo fue Chelsea quien le quitó al Portsmouth, el equipoque entonces entrenaba Avram Grant, la única posibilidad de conseguir un título en la pasada temporada de la Premier League. Los Bleus, el antiguo equipo de Grant, se impusieron por 1 a 0 en la final de la FA Cup en mayo pasado y sumaron su segundo título del año, ya que poco antes se habían llevado la liga. El fútbol escribió otra paradoja más en los libros de historia. Grant vio coronarse de cerca a sus antiguos dirigidos, esos que desde que se había sentado en el banco de suplentes lo miraron con desconfianza y descreían de sus capacidades. No eran los únicos. Cuando reemplazó al saliente José Mourinho en el banco del Chelsea en 2007, pocos podían explicar la presencia del desconocido técnico israelí en un puesto tan importante. Tiempo después, la derrota por penales en la final de la Champions League ante el Manchester United de Carlitos Tévez lo eyectó de cargo. Pero el israelí ya se había dado a conocer ante el mundo futbolístico.

Avram Grant nació hace 55 años en el pequeño pueblo de Petah Tikva, al noroeste del Israel. Antes de llegar a medio oriente, su padre Meir había huido desde Polonia hacia Siberia, escapando de la persecución nazi. Allí sufrió temperaturas de 40 grados bajo cero con escasa comida. Luego sufriría la muerte de sus padres y sus cinco hermanos. Pero Meir pudo sobrevivir. Cuando volvió la paz, con 15 años, regresó a Polonia y luego partió hacia Israel. Allí se casó y tuvo a su hijo Avram.

El joven Grant nunca fue futbolista, sino que directamente comenzó su carrera como entrenador en las categorías inferiores del Hapoel Petah Tikva. Luego de 14 años en las categorías menores del club, llegó a dirigir el primer equipo. El gran salto se produjo cuando luego de cinco años se sentó en el banco del Maccabi Tel Aviv, donde ganó la liga local en dos ocasiones. Luego pasó por el Hapeol Haifa y por el Maccabi de la misma ciudad, con el que consiguió dos campeonatos consecutivos. Su mayor reto llegó en 2002, cuando fue nombrado entrenador de la selección israelí. Sin embargo, allí no pudo cumplir las expectativas. El equipo finalizó tercero en su grupo detrás de Francia y Suiza y no consiguió clasificarse para el mundial de Alemania 2006.

Pero Grant tenía decidido lanzar su carrera internacional. Desde hacía tiempo había entablado amistad con Lev Leviev, un millonario uzbeco - israelí dedicado a la producción de diamantes y sustancias químicas, que además financiaba proyectos futbolísticos en Israel. Gracias a Leviev conoció a Roman Abramovich, el multimillonario ruso dueño del Chelsea inglés. Compartieron una cena, donde la leyenda indica que hubo buena química entre ambos y Roman le preguntó a qué equipo le gustaría entrenar. En un rapto de humildad, Grant no contestó.

Pero el técnico israelí tiene habilidades para las relaciones públicas. Entabló relación con Alexander Gaydamak, en empresario ruso que era socio de Abramovich en diversos negocios. En ese entonces, Gaynamak era dueño del Portsmouth y le ofreció a Grant el cargo de director deportivo del club. Luego, Abramocivh le abrió las puertas del Chelsea y Grant ocupó el mismo puesto gerencial. Al poco tiempo, el técnico portugués José Mourinho abandonó la dirección técnica del equipo y el israelí asumió el cargo. La sorpresa por su designación fue mayúscula, ya que nunca había dirigido en Europa y ni siquiera tenía la licencia oficial para sentarse en el banco de suplentes. Pese a la poca fe de los hinchas, el equipo terminó segundo en la liga y perdió la final de la Champions League ante el Manchester United.

Aquel 21 de mayo de 2008, en el estadio Luzhnikí de Moscú, Grant salió a la cancha con brazalete negro en recuerdo de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. “Aquel día era víspera de Iom Hashoa, la fecha que recuerda a los muertos del nazismo, una fecha que yo siempre respeto. Pero justamente esa noche se jugaba un partido que quizás haya sido el más importante en la historia de Chelsea. Yo sentí que debía al menos llevar el brazalete negro en memoria de los muertos” declaró Grant después.

Aquella noche, John Terry se resbaló al patear el penal y Manchester se llevó la copa. Pero después del partido, Grant partió con su esposa Tzofi y sus hijos hacia Polonia. Allí participó de Marcha por la Vida, un viaje que se realiza anualmente para recordar a las víctimas del nazismo en distintos lugares emblemáticos, como el campo de concentración de Auschwitz. “Cuando yo tenía 15 años, por primera vez mis padres no durmieron juntos porque mi madre estaba enferma. Y oí a mi padre gritando dormido, eran gritos horrendos. El siempre fue una persona muy abierta y no nos había transmitido sufrimiento. Esa escena fue traumática para mí” contó Grant.

Grant fue despedido del Chelsea tras la final ante Manchester. Volvió para dirigir al Portsmouth en septiembre de 2008, pero no pudo evitar el descenso de un equipo que sufrió un descuento de 9 puntos y que hasta fue intervenido judicialmente por las deudas que tenia. Incluso el propio Grant y algunos futbolistas pusieron dinero de su bolsillo para pagar el salario de algunos empleados de limpieza y mantenimiento. A fin de temporada, tras la derrota ante el Chelsea por la final de la FA Cup, abandonó su cargo. Volvió al ruedo a las pocas semanas para sustituir al italiano Gianfranco Zola en el banco del West Ham.

Pese a las derrotas en los partidos decisivos, Avram Grant cree que otras victorias son mucho más importantes en su vida: “Indudablemente, con el Holocausto hubo un intento de destruir totalmente al pueblo judío y no lo lograron. Y en ese sentido, en mi ámbito familiar, mi papá ganó, sin duda”.

Lukashenko, el deporte y la gran política

El pasado 19 de diciembre, Alexander Lukashenko fue reelecto como presidente de Belarús con casi el 80 % de los votos. En medio de grandes protestas en las calles y de cuestionamientos de algunos organismos internacionales sobre la transparencia de los comicios, el llamado “Último dictador de Europa” se aseguró su permanencia en el poder por 5 años más, que se sumarán a los 16 que ya lleva en el máximo cargo de este país ubicado en el este europeo, que cuenta con 10 millones de habitantes.

Desde occidente (principalmente desde Estados Unidos), el gobierno de Lukashenko es cuestionado por su excesiva cercanía a Rusia y por sostener en su país un modelo cercano al que reinaba en la antigua Unión Soviética. De hecho, como bien informa el periodista Alfredo Grieco y Bavio, el servicio secreto bielorruso se sigue llamando KGB, la producción agropecuaria se sigue organizando en koljós o unidad colectiva y el parlamento conserva el nombre de Soviet Supremo. El ruso es la lengua oficial y los nacidos en aquel país alcanzan el 13% de la población. El estado mantiene el control de las tierras cultivables y de numerosas empresas, siendo el motor principal de la economía. Este modelo le he reportado numerosos beneficios a un país que antes se sostenía casi exclusivamente en sus exportaciones agropecuarias y hoy vende al exterior productos petrolíferos y químicos, televisores y tractores entre otros productos. Esta economía bajo el modelo estatista crece cada año como China, con la pobreza en descenso y una tasa de desempleo que alcanza el 2 %.

“Hay 50.000 personas esperándome, no les puedo defraudar”, fue la excusa que “Bat’ka” o “padre”, como llaman al presidente bielorruso, usó antes de un importante partido de fútbol para evitar reunirse con Leni Fischer, titular del Consejo de Europa, que estaba de visita en Minsk, la capital del país, en 2003. En otra ocasión, enojado con el presidente ruso Dmitry Medvedev , lo dejó plantado y se fue a jugar al hockey sobre hielo. “El deporte es la diplomacia y la política" dijo alguna vez para justificar sus preocupaciones por la actividad física. Lukashenko frecuentemente se entrevera en algún partido de hockey sobre hielo.

La pasión por los deportes del “Bat’ka” vienen desde hace tiempo. En su juventud, se consagró campeón regional de sambo, un deporte de combate y defensa personal soviético. Antes de convertirse en presidente, Lukashenko jugaba el fútbol regularmente con otros miembros del parlamento bielorruso. Algunos de ellos lo recuerdan como un jugador rudo, que frecuentemente se enfrentaba duramente con sus rivales.

"En realidad no, el deporte es la gran política, en especial el hockey sobre hielo" también dijo Lukashenko. Ya en el poder, apadrinó al hockey sobre hielo, construyó estadios en las ciudades más importantes del país y así lo convirtió en el deporte más popular. El presidente viaja frecuentemente para apoyar al equipo nacional en los campeonatos deportivos y hasta un torneo de hockey sobre hielo lleva su nombre. En su mejor actuación, el equipo bielorruso terminó cuarto en los juegos olímpicos de invierno de Salt Lake City, en 2002.

Muchos de los cuestionamientos hacia el gobierno de Lukashenko vienen por su perfil excesivamente personalista. Por ley, el titular del Poder Ejecutivo es el único ciudadano que puede denominarse “presidente”. Ni un club de fútbol en Belarús puede tener un “presidente” para designar a su máxima autoridad. Como muestra de su influencia, Lukashenko se nombró a sí mismo jefe del comité olímpico del país, dejando de lado las reglas del olimpismo. Otras críticas provienen por la persecución a los opositores, incluso con detención de candidatos presidenciales, y a los medios de comunicación que cuestionan al presidente. “Hay que controlar el país y lo principal consiste en no arruinar la vida de la gente” es uno de los lemas del “Bat’ka”. Para eso, bien puede servir el deporte.

Los barrabravas de la Universidad de Chile

Hemos hablado en extenso en este espacio sobre el poder de las barras bravas en el fútbol argentino. En Chile, a fin de noviembre, antes del encuentro entre Universidad de Chile y Ñublense, distintas fracciones de la barra de la U se enfrentaron a cuchillazos y golpes de puño. Un grupo de jóvenes golpearon duramente a los líderes históricos y se quedaron con el mando de la hinchada. Tras el incidente, el periodista chileno Claudio Pizarro escribió en la revista chilena The Clinic un interesante artículo sobre la interna de la hinchada universitaria. Aquí reproducimos algunos fragmentos.

“La mayoría de los grupos que intentaron tomarse el poder criticaban la estrecha relación entre los jefes de la barra y los directivos de turno del club. No son pocos los que todavía miran con resquemor cómo sus líderes, luego de enfrentarse al síndico tras la intervención del club, terminaron agachando el moño con los directivos de Azul-Azul (la sociedad a cargo del club). Un silencio que para muchos huele a complicidad (…).

-El directorio les pasa entradas a Los de Abajo (como se conoce a la hinchada) para que las vendan y se queden callados. Si tú vas al estadio, cuando hay partidos desastrosos, las pifias vienen de la tribuna, la galería Andes, pero de la barra nada -cuenta Eduardo “Chuncho” Martínez, líder de la barra a fines de los 80.

El Chuncho Martínez, una voz respetada en el tablón, asegura que los cuatro líderes cuestionados por la hinchada “están coludidos con la mesa directiva de la U”.
-Se entienden con José Yuraszeck y el “Choclo” Délano. Ninguno de ellos trabaja y reciben todos los fines de semana dos mil entradas. Aquí hay un nivel de corrupción inmenso para que se queden piola – sostiene Martínez. Luego agrega: “¿Has escuchado a algún miembro de la barra defender a Bielsa?”.

Para otros, como El Cuervo, el vínculo entre los dirigentes y la barra es un misterio. “Nunca los líderes van a reconocer algún tipo de relación. A lo más se sabe por ahí que el intermediario, el cortafuegos, es Cristián Flores (subgerente de operaciones de Azul-azul) y aparentemente él les entrega las entradas”, relata”.

Aquí el artículo completo de Claudio Pizarro.

El milagro del Arles - Avignon

Probablemente, al pintor Vincent van Gogh no se le hubiese ocurrido dibujar pelotas de fútbol o estadios colmados cuando se instaló en la ciudad francesa de Arlés. Al llegar allí en 1888, el pintor holandés quedó cautivado por los paisajes que formaban las plantaciones agrícolas de la región de Provenza, que quedaron inmortalizados en más de 300 pinturas y dibujos. En Arlés, al sur de Francia, Van Gogh tuvo su famosa discusión con su colega Paul Gaughen, donde se cortaría la oreja, y allí moriría tras dispararse una bala en el pecho en 1890. Conocida por las pinturas de Van Gogh, sus grandes monumentos y las corridas de toros, la ciudad de 60 mil habitantes se da el gusto por estos días de disfrutar por primera vez en la historia de un equipo en la League 1, la máxima categoría del fútbol francés.

El Athlétic Club Arlésien fue fundado en 1913 con la fusión de tres clubes de la ciudad. Históricamente, el equipo deambuló por las ligas menores del país y registraba entre sus mejores logros los cuartos de final de la Copa Francia en 1970 y 1973. Entre 1990 y 1994, sufrió tres descensos, hasta llegar a participar de las competencias regionales. En el siglo XXI llegaría su época dorada.

El artífice del renacimiento del Arles fue el técnico Michel Estevan, quien se hizo cargo del equipo en 2005, cuando aún participaba de una liga amateur. Antes de dedicarse a la dirección técnica, Estevan había trabajado como policía, como asesor financiero y había dirigido una revista dedicada a los bienes raíces. Simultáneamente, ejerció como futbolista con escaso suceso. En su primer año al frente del equipo, el Arles logró el ascenso a la cuarta categoría del fútbol francés. Al año siguiente, repitió y subió a tercera. En su primera temporada allí, el equipo terminó octavo, pero al año siguiente alcanzó el tercer lugar y se aseguró una plaza en la League 2, la segunda categoría del fútbol galo.

Ya en 2009, el equipo debió profesionalizarse para afrontar el campeonato de segunda división. Su estadio para 2.000 personas era demasiado pequeño, por lo que el Arles selló su alianza con el Avignon 84 y pasó a denominarse Athlétic Club Arles - Avignon. A partir de entonces, el equipo fue local en el estadio Parque de los Deportes de la vecina ciudad de Avignon, que contaba con una capacidad para más de 7.000 espectadores. El Arles afrontó la liga con el presupuesto más bajo de todos los participantes. En ese entonces, ya acarreaba problemas financieros producto del rápido crecimiento, que casi le impiden participar de la competencia.

Pese a que volvía a jugar en la League 2 después de más de 30 años y a los escasos recursos con que contaba, otra vez el Arles produjo el milagro. Después de 38 fechas, quedó en tercer lugar detrás del Caen y del Brest y se aseguró una plaza en primera. Los cuatro ascensos en cinco años le permitieron llegar a la máxima categoría por primera vez en su historia. Con sus 10 millones de euros de presupuesto, actualmente lucha contra los más poderosos, como el campeón Olympique de Marsella, que en el último receso gastó más de 30 millones sólo en comprar a los delanteros Loic Remy y André-Pierre Gignac.

Para esta temporada, el club ha invertido en algunos fichajes como el español Álvaro Mejía y Francisco Pavón, dos ex Real Madrid, el griego Angelos Charisteas y los argelinos Hameur Bouazza y Ghilas. También contrató a Robert Duverne, el preparador físico de la selección francesa en el Mundial de Sudáfrica, que tuvo un altercado con el capitán Patrice Evra que casi termina a las piñas. Pero a fin de septiembre, tras un comienzo con seis derrotas consecutivas en el campeonato, Estevan y Duverne abandonaron el club. Aún continua en el fondo de la tabla, pero sabedor de milagros, el Arles - Avignon afronta su desafío más importante: mantenerse en la primera división del fútbol francés. Si lo logra, será para ponerlo en un cuadrito.

Balance de la violencia futbolística que nos dejó el 2010

En los días cercanos a fin de año, las reseñas deportivas mostraron en primer plano a los futbolistas festejando sus victorias, los goles más trascendentes y las curiosidades del fútbol mundial, esas que nos arrancaron una sonrisa antes de levantar la copa para brindar. Sin embargo, en la Argentina, el 2010 fue otro año donde la violencia de los hinchas formó parte integral del fútbol local y sus protagonistas, generalmente barrabravas, ocuparon grandes espacios en los medios masivos, como una muestra más de su poder que se acrecienta día a día.

El 2010 se despidió con 10 muertos vinculados al fútbol argentino, que ya forman parte de la lista de 253 personas fallecidas en relación a este deporte desde 1924. Del total de víctimas, 7 (el 70 %) se produjeron tras enfrentamientos entre miembros de la misma hinchada. Son los casos de Walter Gastón Cáceres (14 años, hincha de Newell´s); José Mendoza, alias "El Came Ríos" (de Colón); Daniel Guzmán (de Olimpo de Bahía Blanca); Juan Alberto Bustos (de Newell´s); Gonzalo Galarza (de Defensa y Justicia) y Jonathan Waldemeier (de River). A ellos se les suma el sargento Sergio Horacio Rodríguez, que quedó en medio de un enfrentamiento a tiros entre hinchas de Estudiantes de La Plata.

La existencia de un viaje al Mundial institucionalizado, bajo la figura de la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, actuó como anzuelo para que las barras bravas argentinas dirimieran mediante golpes y disparos quién se quedaría con el boleto para viajar Sudáfrica. 6 de las 10 muertes tuvieron lugar antes de la Copa del Mundo, a las que podemos sumar la del hincha de River Waldemeier, herido el 24 de mayo tras una pelea entre distintas fracciones de la barra brava millonaria antes del partido amistoso entre Argentina y Canadá. Tras meses de agonía, el joven de 24 años falleció el 13 de diciembre pasado.

Semejante proceso de disputa por un lugar en el Mundial culminó con la muerte del hincha de Boca Luis Arturo Forlenza, tras el partido entre Argentina y Alemania por los cuartos de final del Mundial, jugado en Ciudad del Cabo. Forlenza falleció luego de un confuso episodio con hinchas de Independiente. Mientras tanto, antes y durante la Copa del Mundo, los barras compartieron el avión con el plantel argentino, se pasearon por Pretoria, donde concentraba el equipo de Maradona, apretaron a dirigentes en busca de entradas, que consiguieron desde las altas esferas, y transmitieron su show por los medios de comunicación.

Tras el Mundial, mermaron las víctimas fatales pero no los incidentes violentos. Como ya dimos cuenta en este espacio, las barras argentinas transitan por muchos clubes con un poder casi absoluto para poner y sacar entrenadores y jugadores, para ingresar a reuniones de comisión directiva y para visitar entrenamientos y vestuarios. Deportivo Español, San Miguel, El Porvenir, Nueva Chicago, Los Andes, Sacachispas, Laferrere, Huracán, San Lorenzo, Tristán Suárez, Racing y Vélez fueron algunos de los clubes que en los últimos meses sufrieron el accionar violento de los barrabravas.

El poder futbolístico no estuvo ajeno a este proceso, aunque esta vez, lejos de actuar en las sombras, en muchos casos asomó la cabeza para reconocer su connivencia y su fomento de los violentos. El presidente de la AFA, Julio Grondona, reconoció en abril ante diputados nacionales en un asado de camaradería que todos los dirigentes les daban entradas a los hinchas. Para no ser menos que sus pares, el propio Grondona y otros dirigentes se reunieron con un grupo de barras en la sede de la Asociación del Fútbol Argentino el 31 de agosto. Rubén Pérez, titular del Coprosede, organismo que supuestamente lucha contra la violencia en el fútbol en la Provincia de Buenos Aires, fue procesado recientemente por de “encubrimiento agravado” por su condición de funcionario público, por favorecer el accionar violento de barras de Estudiantes que fueron a agredir a sus pares durante un partido en 2009. Pérez será juzgado en un juicio oral y público, pero increíblemente permanece en su cargo.

La clase política y la sindical no fueron menos y, como ocurre desde hace más de 30 años, siguieron tomando a los barrabravas como soldados dispuestos a actuar como fuerza de choque ante eventuales enfrentamientos directos. Por la muerte del militante Mariano Ferreyra, asesinado en una manifestación de trabajadores ferroviarios, permanecen detenidos Cristian Favale, barrabrava de Defensa y Justicia, y Gabriel “Payaso” Sánchez, barrabrava de Racing. Recientemente, en los enfrentamientos en el Parque Indoamericano de Buenos Aires, Julio Capella, barrabrava de Huracán, fue visto con un arma agrediendo a los ocupantes, junto a barras de Deportivo Español y Nueva Chicago. Los incidentes culminaron con al menos tres muertos.

La lista de víctima fatales del fútbol en 2010 se completa con Maximiliano Goñi, muerto tras un enfrentamiento entre hinchas de Racing y Gimnasia (LP), y Jorge Britos, fallecido tras caer de un árbol mientras miraba un partido entre Deportivo Merlo e Instituto de Córdoba. Todo no es más que una historia de tragedias y muertes que se repiten cada año, con distintos nombres y lugares, pero con el fomento, la complicidad y la impunidad del poder como denominador común. Dentro de 12 meses, ojalá podemos escribir otra historia.