Goleada histórica del Barcelona al Real Madrid

De los 22 titulares que saltaron al Camp Nou, sólo uno (Marcelo, lateral derecho del Real Madrid) no estuvo en el Mundial de Sudáfrica 2010. Evidentemente, Barcelona y Real Madrid, como los clubes más importantes del mundo, pueden combinar en su equipo a las figuras más importantes del fútbol mundial, generando una cita de expectativa global. Muchas veces sucede que semejante expectación previa no tiene relación con el nivel de juego del partido, pero esta vez el fútbol visto dentro del campo colmó las almas de los hinchas del Barcelona y de los neutrales, que nos deleitamos con una muestra de toque, gambeta y precisión como ya es habitual en el Barcelona de Pep Guardiola. El 5 a 0 final es justo e inapelable.

Barcelona pudo hoy desmentir la falsa imagen que lo presenta como un equipo excesivamente lateral, que juega a lo ancho más que a lo largo y que preferiría que los arcos estén al lado de los bancos de suplentes, no en las áreas. El Barca en general, y Messi en particular, hizo uso y abuso de los pases en diagonal, que se clavaron como dagas en la defensa madridista. El pase en cortada para derribar la pared de la defensa, tras un juego paciente de toques cortos que permiten encontrar el hueco justo, fue la receta precisa para ganar el partido. Iniesta en el primer gol y Messi en el tercero y en el cuarto son clases disponibles para aprender a desnivelar al rival con un solo pase certero.

Con su victoria, Barcelona superó al Madrid en la punta del torneo con dos puntos de ventaja. Villarreal, el tercero en la tabla, se ubica a 7 unidades del puntero. Desde hace tiempo es sabido que la liga española es duelo entre los dos equipos más importantes, con el resto de los clubes intentado tomar las sobras que se le escapan a los poderosos. Pero en el gran derby de esta fecha no hubo duelo, porque un equipo fue tan superior al otro desde el primer minuto que echó por la borda cualquier intento de paridad. Barcelona sabe jugar las citas importantes y por algo Guardiola ganó los cinco clásicos que disputó como técnico, uno con una memorable goleada por 6 a 2 de visitante. Ver a los cracks madridistas cotizados en millones deambular por campo en la segunda parte es un derroche inútil que sólo puede lograr el fútbol. Con semejante muestra de nivel futbolístico catalana, sobran los motivos para echar elogios, pero mejor quedarse con los hechos y confirmar que el buen juego puede atractivo y efectivo. Gracias Barcelona.
Aquí el resumen del partido:

Sobre el festejo de la "Gata" Fernández

Lamentablemente, el festejo de un hermoso gol terminó ayer convirtiéndose en la nota más destacable de un partido vibrante, con llegadas, definido recién sobre el final. El cabezazo de Gastón Fernández a los 40 minutos del segundo tiempo le dio a Estudiantes la victoria por 2 a 1 sobre Independiente y le permitió al equipo de La Plata conservar la punta del campeonato. Poco ortodoxo pero efectivo, la “Gata” cabeceó con el parietal derecho una pelota que describió una larga parábola en el aire para colarse por encima del esfuerzo de Gabbarini. Golazo y victoria agónica para seguir soñando con un nuevo título.

Lo que vino después fue una muestra de la intolerancia cotidiana del fútbol argentino. Fernández corrió en un festejo alocado frente a la platea y la popular de Independiente, se sacó la camiseta y expuso su felicidad por más de un minuto. Fue amonestado y quizás su festejo haya sido desmedido, ante una tribuna local poblada de hinchas que, como siempre sucede, encienden su furia ante el más mínimo estímulo que proviene del terreno de juego. Los hinchas que se enfurecen por la mala de definición de un jugador propio, por un lateral mal cobrado por el árbitro, cómo no iban a desatar su ira por un festejo que consideran provocador. Hasta Carlos Matheu, el defensor de Independiente, se acercó a Fernández para increparlo. La escena se completó dos minutos después, cuando Fernández se retiró del campo reemplazado y tuvo que ser custodiado por la policía ante un nuevo ataque de ira de los hinchas rojos.

Los incidentes habían comenzado en la previa, cuando dos grupos de hinchas de Estudiantes se enfrentaron en las puertas del estadio Libertadores de América. Las fracciones antagónicas se empujaron para lograr ingresar primero y lograr una mejor ubicación en la tribuna visitante. Se produjeron algunas corridas y pequeños incidentes que por suerte no pasaron a mayores. La Policía Bonaerense aprovechó para repartir algunos palazos entre muchos de los hinchas que nada tenían que ver con los enfrentamientos.

A la salida de la cancha, tras el affaire Fernández, la policía tuvo la brillante idea de retirar al árbitro del partido Saúl Laverni en plena desconcentración de la parcialidad local. Los simpatizantes, furiosos todavía porque el juez no había expulsado al delantero de Estudiantes, comenzaron a insultar y escupir a Laverni hasta el árbitro abordó su auto auto. Entonces decidieron lanzar patadas a las puertas hasta que el vehículo partió raudamente.
Pero si la violencia real y simbólica forma parte estructural de la escena cotidiana del fútbol en la Argentina, también encuentra en sectores de la sociedad civil gestos que invitan a suponer que la batalla por un mundo más tolerante no está definitivamente perdida. Ayer a las 18.30, un grupo de vecinos del barrio porteño de Saavedra inauguró extraoficialmente la plaza rebautizada bajo el nombre de Daniel García, en homenaje al hincha argentino asesinado en Paysandú, Uruguay, en la Copa América de 1995. El diputado porteño Raúl Puy ya presentó un proyecto en la Legislatura porteña para dar un marco legal a la iniciativa.

El caso de García es un fiel exponente de la inoperancia, la complicidad y la inutilidad que existe en las instituciones argentinas y uruguayas para enfrentar a la violencia. García, de 19 años, viajó a Uruguay a presenciar el partido entre Argentina y Chile sin autorización necesaria para salir del país, que debía tener por su condición de menor de edad, pero pudo abandonar la Argentina sin problemas. Luego del partido, su grupo fue atacado por una patota que portaba armas blancas. Como bien denunció Luliana García, presidente de presidente de Familiares de Víctimas de la Violencia en el Fútbol (FaViFA), la protección política argentina y la inoperancia del juez uruguayo Otto Alfredo Gómez Borro impidieron llegar a la verdad y hoy la causa está archivada.

Daniel García estudiaba en el quinto año del ENET Nº 1 y en sus ratos libres manejaba el taxi de su padre. Victima primero de la violencia y después de la impunidad, hoy es recordado por casi 2000 vecinos que firmaron el proyecto para que se nombre aparezca en la plaza ubicada en Goyeneche y Ruiz Huidobro, en Saavedra. En 1995, acompañado por hinchas de Platense y Defensores de Belgrano, habría sido atacado por un grupo de barrabravas de Morón y Tigre, sin ninguna provocación previa, sólo por ser hincha de otro equipo. Si empezamos a entender que el jugador o el hincha rival no es un enemigo sino un contrincante circunstancial y necesario del juego, el fútbol tendrá más chances de ganar su partido y dejará menos espacio para las noticias trágicas.

Berlusconi y el fútbol como juguete

Sobre el final de la reciente pretemporada, Milán incorporó al delantero sueco Zlatan Ibrahimovic, que luego de 13 fechas se ha transformado en la llave maestra de su brillante campaña en la presente temporada. El sueco ya marcó 8 goles para su equipo, que luego de tres años sin títulos en sus vitrinas marcha primero en el campeonato italiano.

A la incorporación estelar sobre el campo se le sumó en los últimos días la llegada a los despachos de otra cara nueva, más influyente por su apellido que por sus antecedentes de gestión. Bárbara Berlusconi, hija del Primer Ministro italiano y de su segunda mujer, Verónica Lario, tomó un puesto gerencial en club rossonero. Bárbara, de 26 años, es licenciada en Filosofía y madre de dos hijos. Trabajará primero en el área de marketing del equipo y luego ingresará en el Consejo de Administración. Si su gestión es satisfactoria, se convertirá en la heredera de su padre al mando del club.

Bárbara heredó de su padre el gusto por el fútbol y suele concurrir al palco del San Siro para ver los partidos del Milan. También heredó del gran Silvio el gusto por la diversión nocturna. En 2007, la joven fue captada por paparazzis a la salida de una discoteca milanesa pasada de copas, con las manos de un caballero sobre sus partes íntimas. Su padre pagó 20.000 euros para que las fotos no se publicaran. A los 19 años, Bárbara ya formaba parte del consejo de administración del grupo Fininvest , que hoy preside su hermana Marina , y que nuclea muchas de las actividades de los Berluconi, con inversiones en el sector televisivo, editorial, bancario, deportivo (el Milan formalmente es parte de esta gran empresa) y de la distribución cinematográfica.

La ley italiana sobre el “conflicto de intereses” impide que Silvio Berlusconi ejerza su cargo de presidente del Milán, club que compró en 1986. Desde que Berlusconi llegó a la primera magistratura, ese puesto está vacante y el responsable de la gestión es el vice, Adriano Galliani. La importancia que Berlusconi dio a su club aun cuando ocupa el cargo más alto del país es una buena muestra de la importancia que se le asigna al fútbol en las sociedades modernas y cómo algunos empresarios millonarios ven en los clubes un espacio donde satisfacer gustos personales y hacer negocios multimillonarios. Algunos partidos del torneo italiano son transmitidos por canales del grupo Mediaset del propio Berlusconi, cuyo vicepresidente es su hijo Piersilvio, quien ha tenido que negociar los derechos televisivos con los directivos de los clubes, entre los cuales estaba el propio Galliani, mano derecha de su padre.

Berlusconi hizo su fortuna de la mano de los medios de comunicación y principalmente de la televisión. Ganó fama cuando compró el Milán y, de la mano de los holandeses Gullit, Van Basteny Rijkaard, el equipo se consagró mundialmente. En 1994 llegó a Primer Ministro por primera vez pero pese a sus múltiples ocupaciones, Berlusconi nunca dejó de estar atento a los acontecimientos de su club, hasta convertirlo casi en un pequeño juguete, aportando nombres para reforzar el equipo y consejos sobre el modo en que deberían plantearse los partidos. Sus expresiones públicas sobre el Milan se han repetido en los últimos tiempos, cuando el equipo se alejó de los éxitos del pasado y comenzó a deambular lejos de los puestos de vanguardia.

A mitad de 2009 dijo tras la pobre campaña de su equipo: "Esta temporada, el Milan no jugó con las tácticas que yo sugerí. Sólo lo hicieron en el último partido, el que nos permitió clasificar a la Liga de Campeones. Se perdieron partidos porque en los últimos minutos el equipo no jugó de la manera que yo aconsejé". Antes del comienzo de la siguiente temporada se apareció por la concentración y le habló personalmente a Ronaldinho: "Ronaldinho, eres un campeón. Ahora debes prometer delante de tus compañeros que te comportarás como un profesional durante toda la temporada y harás todo para llevarlos a la victoria". El Premier buscaba compromiso del astro brasileño, más cerca de la noche en los últimos que de las grandes jugadas del pasado sobre el campo de juego. En mayo de este año, Berlusconi afirmó: “De haber entrenado yo al equipo esta temporada habríamos ganado el campeonato con cinco o seis puntos de ventaja”. Poco tiempo antes había criticado al entonces técnico brasileño Leonardo: “Leo es un buen técnico, pero un cabezota. Yo tendría que entrenar el equipo”.

En julio de este año, poco antes del comienzo de temporada, Berlusconi viajó en helicóptero hasta el campo de entrenamiento de Milanello. Allí un grupo de hinchas lo recibió con pancartas, abucheos, bengalas y petardos, disconformes con las últimas campañas del equipo. "Cero fichajes = Cero abonos", "¡Silvio vende!" y "¡Queremos un presidente!" se leía en los carteles colgados por los hinchas, disconformes con la conducción satelital del primer ministro, que decide las políticas de fichajes y los asuntos más importantes del club, siempre ejecutados por Galliani.

Berlusconi es hoy el hombre más rico de Italia y uno de los más ricos del mundo. Entre sus fiestas privadas, sus exabruptos públicos, las acusaciones corrupción y la impunidad que lo protege, dirige desde los despachos nacionales los destinos de su país y de su propio club, lejos de la ética personal y la pública que se le debe exigir a un funcionario. Su hija Bárbara le aliviará la tarea.

Pérez, Fernández, Grondona y la complicidad del poder

Pérez y Fernández podrían son apellidos dignos para los protagonistas de una serie de detectives en dupla, como aquéllos que transitan las calles de noche en busca de los violentos. Pero en este caso, Rubén Pérez y Aníbal Fernández intentan desde su lugar de poder combatir a los hinchas que causan incidentes en el fútbol, o es lo que se supone que deben hacer desde la titularidad del Coprosede (Comité Provincial de Seguridad Deportiva) el primero y desde la jefatura de gabinete de la nación y la vicepresidencia del club Quilmes el segundo. Sin embargo, en los últimos días sus nombre trascendieron precisamente por lo contrario de lo que se suponen son sus funciones públicas.

El 10 de noviembre, la Cámara de Apelaciones de La Plata conformó el procesamiento de Rubén Pérez por encubrir incidentes causados por la hinchada de Estudiantes y en pocos meses el titular del Coprosede estará sentado en el banquillo de los acusados ante un tribunal, codo a codo con los barras que supuestamente debería combatir.

Los hechos que salpican a Pérez sucedieron el 25 de junio de 2009. En esa fría noche en el Estadio Único de La Plata, Estudiantes recibía a Nacional de Montevideo en el partido de ida de la Copa Libertadores, que luego ganaría. Una fracción oficial de la barra atravesó varias puertas y controles, cruzó todo el estadio y emboscó al grupo liderado por Sergio “El Uruguayo” Chans, mientras eran seguidos de cerca por un grupo de policías. El incidente terminó con Chans herido de bala.

Las fuerzas de seguridad inicialmente intentaron encubrir el hecho, pero luego la Justicia, que comenzó a actuar tras una denuncia de la ONG “Salvemos al Fútbol”, encontró videos donde se veía a los barras caminando libremente, junto a dos oficiales, entre los cuales estaba Osvaldo Domínguez, el jefe del operativo. Unos días más tarde, lejos de colaborar con la Justicia, Pérez confeccionó un acta con la fecha del día anterior al partido donde se autorizaba la libre circulación por el estadio, como una forma de justificar las conductas de sus subordinados, que habían facilitado las agresiones. Para completar el panorama, una semana después del ataque, Domínguez fue nombrado dentro del Coprosede.

Luego una pericia determinaría que el acta estaba adulterada. Pérez fue procesado, aunque meses más tarde la jueza Inés Garmendia lo sobreseyó y lo liberó de culpa y cargo. El fiscal Jorge Paolini apeló y finalmente la Cámara le dio la razón al confirmar el procesamiento original. La causa ya tiene una decena de procesados y Pérez está acusado de “encubrimiento agravado” por su condición de funcionario público. En el fallo, la Cámara fue contundente, al considerar que la conducta de Pérez aquel día “estuvo claramente orientada a encubrir a los empleados del Comité a su cargo”. Pese a todo, Pérez sigue en su cargo. Mientras tanto, Domínguez goza de los beneficios del arresto domiciliario.

Por su parte, Aníbal Fernández declaró hace unos días que “conocía muy bien a dos de los agresores” que atacaron al plantel de Quilmes el pasado 6 de noviembre, tras perder ante Gimnasia (LP), e incluso confesó que uno de ellos es “un vecino suyo”. El senador provincial Daniel Expósito, vicepresidente del bloque ARI-CC de la Cámara Alta provincial, pidió la semana pasada a la Justicia que cite a declarar al jefe de Gabinete para que aporte datos a la causa.

Fernández reconoció este año su relación con Marcelo Mallo, líder de la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), que convocó a más de 200 barrabravas para viajar al Mundial de Sudáfrica. Mallo, un dirigente político justicialista de San Francisco Solano, militó en la agrupación “Arturo Jauretche” que encabeza el jefe de Gabinete.

Para cerrar el círculo de poderosos, Julio Grondona, titular de la Asociación del Fútbol Argentino, justificó ante los diputados nacionales el 4 de noviembre que la reunión que un grupo de dirigentes sostuvo con un grupo de barras el 1 de septiembre en la misma sede de la AFA sucedió como un hecho espontáneo, ya que Grondona contó que los hinchas superaron la seguridad del edificio de la calle Viamonte y que, en ese marco “de desborde”, él asumió la tranquilizadora misión de recibirlos para calmar los ánimos.

Pérez, Fernández, Grondona son funcionarios con distintos grados de poder sobre el fútbol, que desde sus discursos públicos permiten entender por qué a diario surgen noticias sobre incidentes en los estadios y en los entrenamientos. El poder cómplice y fomentador es una buena forma de empezar a explicar los violentos sucesos cotidianos, aunque para cambiarlos hace falta voluntad desde los lugares donde hoy parece primar lo contrario.

Carlos Tévez recuerda a Mariano Ferreyra

El delantero del Manchester City recordó en un video al joven asesinado el 20 de octubre pasado mientras participaba de una marcha junto a los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca, en Buenos Aires. También le dedicó unas palabras a Elsa Rodríguez, la mujer que también fue atacada el mismo día que Mariano y que aún permanece internada en el Hospital Argerich.

Hoy por la tarde, un grupo de bandas, encabezado por los puertoriqueños de Calle 13, repudiarán el crimen de Ferreyra y pedirán Justicia a un mes del hecho en Plaza de Mayo. Por el asesinato están detenidos seis sospechosos, varios de ellos miembros de barras de algunos clubes de fútbol, y se investiga la organización sindical montada aquel día para impedir que se cortaran las vías y reprimir a los empleados tercerizados que ese día reclamaban ser reincorporados. Para no olvidar.

David Cameron y la pasión por el tenis

Seguramente, David Cameron, el Primer Ministro inglés, de chico habrá soñado ser como ellos. Cuando de joven alternaba sus estudios con su pasión por el tenis, Cameron imaginaba lucir su buen juego contra los mejores. El deporte no le dio el gusto, aunque su carrera política llegó más lejos de lo pudiera pensar cuando cursaba sus estudios de política, economía y filosofía en la Universidad de Oxford.

El jueves, Cameron recibió en su residencia de Downing Street No. 10 a los 8 tenistas que desde hoy y hasta el próximo domingo participarán del Torneo de Maestros de tenis en Londres. En la foto, Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic, Robin Soderling, Andy Murray, Tomas Berdych, David Ferrer y Andy Roddick posan junto a Cameron antes de entrar a la recepción privada. Allí dijo Cameron: "Es fantástico que las Finales ATP World Tour vuelvan a Londres por segundo año seguido. Es grandioso para Londres y para el país. Estoy 100% con la recepción británica a un evento deportivo de alto nivel como este. Con los Juegos Olímpicos, la Rugby Union y la Rugby League World Cups, la Cricket World Cup y esperamos que la FIFA World Cup, todos los que tendrán lugar acá en los próximos años, este es un extraordinario tiempo para el deporte en el Reino Unido y una gran oportunidad para construir un gran legado deportivo”.

Si bien la historia considera a los franceses como los inventores del tenis, o de su ancestro, el juego de palma, los ingleses mostraron una importante tradición en la práctica del deporte. Por ejemplo, en Argentina, Geogre Beresford, el militar que estuvo al mando de las invasiones inglesas en el Río de la Plata en 1806, se considera el primer tenista criollo. Beresford jugó al tenis en su prisión de Luján junto con el capitán Denis Pack, con un juego de raquetas traídas desde Europa. Cameron ha abrazado la pasión por el tenis, y también por el cricket, desde pequeño. Fue capitán del equipo de tenis del Brasenose College, de la Universidad de Oxford, en su adolescencia y, hasta no hace mucho tiempo, jugaba en el Centro Deportivo Westway. Aun hoy como Primer Ministro a veces se hace un lugar en la agenda para darle a la pelotita. Andy Murray dijo tras la charla con Cameron: “Fue muy agradable. A él le gusta el tenis, hablamos sobre eso y de algunos de los últimos jugadores. Fue muy divertido. Realmente lo disfrute".

Lo cierto es que Cameron pudo darse el gusto de ver a sus ídolos de cerca, como también podrán hacerlo esta semana los londinenses, que disfrutarán de los ocho mejores tenistas del mundo en un torneo que reparte ocho millones de dólares en premios en premios. No es tanto dinero si se compara con reciente recorte del gasto público anunciado por el gobierno conservador, por un total de 7.150 millones de euros, que incluye el aumento del IVA del 17,5% al 20% a partir de enero, el aumento de impuestos para la banca y para las rentas más altas, la congelación de salarios en el sector público y recortes en las prestaciones sociales. El gobierno británico busca así reducir el déficit público del 11 al 3% del PIB en cuatro años. Cerca de casi medio millón de trabajadores del sector público van a perder su empleo en los próximos meses, en lo que se considera el mayor recorte del gasto público en el Reino Unido desde la II Guerra Mundial.

Sin embargo, en este contexto el deporte sigue siendo un asunto de estado, ya que el sector público y los privados plantean invertir cerca de 9 mil millones de euros en la organización de los Juegos Olímpicos de 2012, que tendrán lugar en Londres, y todavía Inglaterra apuesta a organizar el Mundial de 2018. Mientras tanto, Cameron se seguirá divirtiendo con el tenis.

Aquí un video de esta semana, donde los ex tenistas Mark Philippoussis, Martina Navratilova, Anna Kournikova, Steffi Graff y su esposo Andre Agassi jugaron al tenis junto al cantante británico Elton John y a la legendaria ex tenista estadounidense Billie Jean King. El evento sirvió para recaudar fondos para la Fundación para la Lucha contra el SIDA y se realizó en Washington.

La AFA inicia la renovación del arbitraje

Gabriel Brezenas no pensó jamás que aquel choque entre el delantero Larrivey y el arquero Monzón, y el posterior gol de Maxi Moralez, marcarían el final de su carrera. Aquella final del 5 de julio de 2009, que dio el campeonato a Vélez, se convirtió oficialmente en su último partido como árbitro de fútbol. Esta semana, Francisco Lamolina, vicedirector del Colegio de Árbitros, anunció que no se les renovará el contrato a cerca de 30 árbitros y asistentes del fútbol argentino. Además del mencionado Brazenas, se destacan Javier Collado, Cristian Faraoni, Mauro Giannini, Ariel González, Guilermo Rietti, Alejandro Castro, Gabriel Guillaume, Alejandro Derevnin, Julio Barraza y Mario Prieto.

En la tarde lluviosa de julio de 2009, Brazenas le anuló por error un gol a Eduardo Domínguez, no vio la supuesta falta de Larrivey a Monzón en el gol de Moralez, no cobró un penal de Arano a Cubero y no castigó con severidad las múltiples faltas, empujones y peleas a lo largo del partido. Enojados con la derrota, casi mil hinchas de Huracán marcharían luego a las puertas de la Asociación del Fútbol Argentino, generando allí incidentes con la policía. Brazenas entró luego en una seguidilla de supuestas lesiones y nunca más pisó a una cancha. Su retiro oficial anunciado en estos días no contribuye a despejar las sospechas sobre su pobre arbitraje que quedaron luego de aquella tarde lluviosa. Se repite así la historia de Daniel Giménez, quien en 2007 dirigió la final entre San Martín de San Juan y Huracán por el ascenso a Primera División. Allí adicionó 8 minutos y cobró una falta discutible que derivó en el gol que le dio el ascenso a los sanjuaninos. Nunca más volvió a dirigir. A los pocos días declaró: “Los dirigentes ponen y sacan árbitros e incluso hasta asistentes, que es un trabajo más fino todavía".

Los casos más llamativos entre los jueces dejados de lado esta semana son los de Javier Collado, Cristian Faraoni y Mauro Giannini. Los tres tienen en común haber hecho declaraciones inconvenientes a la prensa en los últimos meses. Los tres dejarán de ser árbitros a fin de año.

En septiembre del año pasado, Collado declaró a la revista cordobesa Deporte Total que algunos jugadores de Colón no habían hecho su mayor esfuerzo en un partido ante Nueva Chicago, para provocar la salida de su entrenador de entonces, Julio César Falcioni. También acusó a los futbolistas de Independiente, quienes en un encuentro ante Gimnasia de Jujuy habrían buscado la salida de su propio técnico, Miguel Santoro. Por su parte, Faraoni denunció que Aníbal Hay, veedor de la CONMEBOL y encargado de las relaciones públicas en los torneos internacionales de la AFA, le habría pedido que favorecería a San Lorenzo en un partido ante Atlético Tucumán por la primera fecha del Torneo Apertura 2009. Tras la acusación, Hay fue despedido.

Finalmente, Mauro Giannini, reveló ante el diario Crónica de Bahía Blanca en septiembre pasado que árbitros como Patricio Loustau “tiene preferencias a la hora de las designaciones” y acusó a Saúl Laverni de querer “figurar”. En aquel entonces, Lamolina arremetió públicamente contra Giannini: “Es un desubicado. Habla sin ningún desparpajo y revela cosas que deben quedar ahí. Se fue de mambo”. Giannini, de tan sólo 33 años, había debutado como árbitro en la primera división este año y era señalado como una de las promesas del arbitraje argentino. Como Faraoni y Collado, pagó el precio de decir. La AFA jamás investigó ninguna de todas las acusaciones lanzadas, sino que, en un profundo ejercicio de gestión, dio salida a los que se sinceraron públicamente.

A fines de la década del ´60, los árbitros Guillermo Nimo, Camilo Brusca y Roberto Cruces se retiraron repentinamente. Otra salida precipitada fuel la del fallecido Fabián Madorrán, quien abandonó la actividad en 2003. A comienzos de 2009, la AFA no les renovó el contrato a Diego Muñoz, Claudio Benítez, Ariel Llapur y Leandro Métola, todos árbitros de Primera D. Estos alejamientos habrían tenido que ver con fallos favorables a Berazategui, equipo que ascendió de la D a la C en 2007.

“¿Sabés quiénes deciden si se renuevan los contratos de los referís? Los dirigentes. ¿Qué independencia se puede tener entonces?”, se preguntó el ex árbitro Jorge Ferro el año pasado, luego del polémico arbitraje de Brazenas. Ferro fue secretario general de la Asociación Argentina de Árbitros, uno de los dos gremios que nuclea a los jueces. Dejó su cargo luego de denunciar la falta de transparencia en las elecciones de los árbitros para cada partido.

Es evidente que el arbitraje argentino no atraviesa un buen momento, con fallos erróneos que son moneda corriente los fines de semana y protestas al por mayor tras los partidos. El Colegio de Arbitros, presidido por el titular de la AFA, Julio Grondona, y gestionado por Lamolina, cuenta con la facultad de decidir quién puede dirigir en la fútbol argentino y quién no, pero sería saludable que alguna vez no todo sea una cuestión de nombres propios, sino que las estructuras institucionales se vuelvan transparentes en sus decisiones, como una fuente de justicia para lo que luego se ve en la cancha.

Aquí un compacto de aquel Vélez - Huracán del 5 de julio de 2009:

Argentina - Brasil y el fútbol "posnacional"

El hincha que ingresó a la cancha a poco del final corrió por el campo a la vista de todos, sin que nadie se preocupara por él. Al fin y al cabo, era el toque de color para un evento prolijo y solemne, transmitido por televisión para todo el mundo. Tras unos instantes, los perezosos guardias de seguridad saltaron sobre el intruso y el partido continuó. A los pocos minutos, Lionel Messi se mandó una apilada en velocidad, conocida e imprevisible a la vez, y definió el partido. A miles de kilómetros de su tierra, las selecciones de Argentina y Brasil reeditaron el clásico sudamericano, esta vez en Doha, Qatar. El desequilibrio de Messi fue la diferencia entre ambos, lo que le permitió al equipo de Sergio Batista llevarse el triunfo por 1 a 0.

Dos millones de dólares recibieron la Confederación Brasileña de Fútbol y la Asociación del Fútbol Argentino por trasladar a sus estrellas hasta medio oriente. En las tribunas, los jeques árabes, que cuentan miles de millones de dólares parados sobre los pozos de petróleo, compartieron cartel con algunas de las estrellas globales invitadas, como los ex tenistas John McEnroe, Bjon Borg e illie Nastase; los pilotos de fórmula 1 Rubens Barrichello y Felipe Massa; y figuras del fútbol mundial como Zinedine Zidane, José Pekerman, Bora Milutinovic, Osvaldo Ardiles y Alex Ferguson, más el presidente del Barcelona Sandro Rosell. El motor de la historia era la promoción de Qatar como sede del Mundial de fútbol de 2022. Definitivamente, Sudamérica queda lejos de Qatar y su lógica de organización de eventos.

El investigador costarricense Sergio Villena Fiengo sostiene que el fútbol completó su desarrollo como deporte mundial a partir de la televisión vía satélite, lo que le permitió incorporarse en las últimas décadas a distintos mercados originalmente ajenos, como Estados Unidos y algunos países asiáticos. Como consecuencia de esta “mundialización”, agrega Villena Fiengo, el fútbol fue cediendo paulatinamente su independencia a las leyes del mercado global y perdió “no sólo sus valores humanistas particulares, inspirados en el olimpismo reciclado como ´fair play´, sino también su asociación con el nacionalismo y la regulación estatal”.

Los seleccionados de Argentina y Brasil se enfrentaron a miles de kilómetros de sus países, en uno de los últimos lugares donde el fútbol completó su alcance global, como una forma de reafirmar el alcance de este deporte hoy en día. Si patria es la selección nacional de fútbol, como escribió Albert Camus, está vez la nación quedó lejos de su lugar de origen, práctica y simbólicamente. Hoy saltaban los ojos al ver a Messi y Pastore ensayar gambetas ante sus vecinos de Brasil en un lugar tan ajeno a su tierra como el desierto qatarí. Definitivamente, de ambos lados pesó más el afán recaudatorio que la preocupación por los fanáticos del fútbol de sus países, aquéllos que erigieron como ídolos a los protagonistas del espectáculo. En este sentido, Villena Fiengo afirma que el fútbol “se está alejando de los constreñimientos que derivaban de una organización y manejo basada en criterios de nacionalidad, para favorecer los criterios de legitimación basados en su capacidad para servir de instrumento a las estrategias de marketing de las grandes empresas transnacionales del entretenimiento y la comunicación”. Se configura así lo que el autor llama un fútbol “posnacional”.

El clásico sudamericano que hoy vio como triunfador a la Argentina se configuró como un encuentro edulcorado, jugado al trote, tamizado por los millones del petróleo de medio oriente, cuyos dueños en los últimos años tienen por costumbre armar sus propios espectáculos deportivos para deleitarse con ellos en vivo y en directo desde un cómodo palco, sin tener a la televisión como intermediaria. La mayoría de los hinchas argentinos y brasileños, lejos del evento, vieron así como sus cracks, nacidos y criados en el sur, desfilaron por el estadio como moneda de cambio y fuente de entrenamiento para los dueños de los millones. Además de los amistosos de fútbol, el master femenino de tenis ya se jugó en Qatar, en 2012 se llegará el Mundial de Clubes de fútbol y una fecha en el calendario de Fórmula 1 es la próxima aspiración.

El partido entre Argentina y Brasil mostró algunos intentos de buen juego, varias llegadas a los arcos, algunos espacios para jugar propios de un amistoso, sobre todo en el segundo tiempo, y algunas patadas dignas de un encuentro por los puntos. Una genial apilada de Messi de derecha a izquierda a los 46 minutos del segundo tiempo, tras una linda pared con Lavezzi, culminó con un zurdazo certero al palo izquierdo del arquero Víctor. Así Argentina selló la victoria y se llevó su primer triunfo ante Brasil en los últimos cinco años.

“El fútbol, que alguna vez se pensó era propiedad de la sociedad civil, – finaliza Villena Fiengo - parece ser cada vez menos una cuestión de Estado y se convierte, como todo en la era neoliberal, en un monopolio del mercado globalizado”. En medio de tanto show del marketing y el entretenimiento, mejor recordar como consuelo los encares de Pastore, los toques de Banega, los arranques de Lavezzi y, sobre todo, esa gambeta final de Messi con el gol definitorio. Mientras tanto, el fútbol como espectáculo seguirá su viaje global, detrás de los millones.

Las patadas de Evo Morales

Es poco frecuente que una actividad recreativa de un presidente influya considerablemente en sus actividades gubernamentales. Pero la patada que lanzó el presidente boliviano Evo Morales a comienzos de octubre ante un diputado opositor en un partido de fútbol trascendió la inauguración de la cancha de césped sintético que servía como excusa para el encuentro amistoso. La imagen pobló los canales de televisión y se transformó en un fuerte elemento simbólico para atacar el poder del presidente.

Evo, no le des un rodillazo a la libertad de expresión” decía uno de los carteles que mostraban los periodistas días más tarde, mientras marchaban por las calles de La Paz en contra de la nueva ley contra el racismo y la discriminación impulsada por el gobierno. La tensión entre la prensa boliviana y el presidente se profundizó cuando numerosos diarios del país opuestos a la nueva norma unificaron sus portadas bajo el título "Sin libertad de expresión no hay democracia". Además, más de 50 trabajadores de prensa realizaban por entonces una huelga de hambre contra la medida.

En todo caso, la agresión de Evo Morales en medio de un partido, de los tantos que ha jugado desde que asumió su cargo en enero de 2006, fue elemento más utilizado por ciertos grupos opositores para atacar al primer presidente indígena de la historia del país. Desde hace meses, la prensa se oponía a la nueva ley, que en su artículo 16, el más resistido, fija sanciones económicas o suspensiones para los medios que divulguen "ideas racistas y discriminatorias". En el apartado 23, el otro que ha generado polémicas, la ley establece castigos de uno a cinco años de cárcel por restringir, anular, menoscabar o impedir el ejercicio de derechos individuales por motivos de raza, origen, color y ascendencia. Los grandes medios bolivianos, apoyados por organizaciones internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), consideraban que a partir de los artículos mencionados se les podría aplicar la censura previa.

La nueva ley, promulgada el 8 de octubre sin modificaciones pese a los reclamos, se inscribe en el marco de la reforma constitucional sancionada en febrero de 2009, luego de un plebiscito, y que ratificó a Bolivia como un Estado Plurinacional, lo que indica que allí conviven diferentes grupos sociales que deben compartir entre sí y para sí una vida en común, en plena igualdad de derechos. Para la nueva norma antirracista, fueron consultados más de 300 organismos e instituciones de la sociedad civil. Morales recibió a miembros de la SIP, quienes luego de escuchar algunos de los discursos periodísticos en referencia al presidente, de una agresividad pocas veces vista en la historia de la humanidad, reconocieron que era necesaria una regulación gubernamental.

En 2005, un estudio de la Asociación Latinoamericana para la Comunicación Social (Comunican) en el marco de las elecciones presidenciales que consagrarían a Morales, advirtió que en relación a las noticias que aparecían en los grandes medios respecto al líder indígena “sólo el uno por ciento de la información era positiva”. El informe agregó que “las expresiones de tinte agresivo, clasista y racista respecto a uno de los candidatos particularmente” han continuado extendidas también hacia actores sociales que apoyan al Gobierno. Esta tradición se mantuvo en ciertos sectores de la prensa opositores al gobierno, como el periodista Jorge Melgar, quien durante el intento de golpe de estado de 2008 llamó a asesinar al "indio y colla (del occidente) de mierda", en referencia al presidente Evo Morales. Los agravios se repiten por cientos, resaltando la mayoría de las veces la condición indígena del presidente y de los grupos que lo apoyan.

“Todavía hay grupos que quieren practicar el racismo so pretexto de libertad de expresión", dijo Morales y agregó que el racismo es la práctica "más antidemocrática" en la sociedad. Los indígenas, postergados desde la época colonial en Bolivia, alcanzan más del 60% de la población y hasta algunos como la escritora y periodista Stella Calloni sostienen que allí existió de hecho un apartheid, en referencia al grado de postergación que alcanzó ese grupo social a lo largo de la historia, donde hoy más del 60% es pobre. Como bien señaló Mario Garrido, de la agencia Prensa Latina, la nueva ley contra el racismo y la discriminación pone en la mesa de debate de la sociedad boliviana uno de sus puntos más neurálgicos: aceptar que la igualdad no es sólo la retórica de un presidente transitorio, sino que está refrendada en las leyes nacionales para siempre, más allá de quién se siente en el sillón presidencial y del poderoso que se oponga. Eso vale mucho más que una patada durante un partido amistoso.

Aquí algunos de los agravios lanzados por el periodismo contra el presidente boliviano:

La gambeta de Botta

Ayer, Tigre dio la sorpresa y derrotó al puntero Estudiantes por 2 a 1, por la 14° fecha del Torneo Apertura de la Argentina. A los43 minutos del segundo tiempo, el juvenil Ruben Botta dejó una gambeta de esas que nos hacen reconciliar con el fútbol. Merecía terminar en gol. Aquí el video:

Para crecer hay que endeudarse

“Para crecer hay que endeudase” fue la frase que lanzó Julio Comparada, presidente de Independiente, el 28 de septiembre pasado para justificar el déficit creciente y la presentación de un nuevo balance en rojo del equipo que conduce. En medio de un clima caliente, con la plana mayor de la barra brava presente, la dirigencia de Independiente aprobó un balance con un pasivo de 144 millones de pesos (11.449.269 millones de pesos de más que el año anterior). El déficit como moneda corriente de los clubes argentinos no es algo resulte novedoso ni siquiera en Avellaneda. De hecho, Independiente es un club en pleno concurso de acreedores, con riesgo de quiebra en caso de no poder afrontar los pagos acordados, que ya alcanzaban los 45 millones de pesos cuando se presentó en convocatoria, en julio de 2005. “Somos un club deficitario por 2,5 millones de dólares por año” agregó Comparada, sintetizando una práctica corriente en su institución y en todas las que compiten en la Primera División del fútbol argentino.

Esta semana las luces de alarma le tocaron a River. El club conducido por Daniel Passarella aprobó su balance 2009/10, que arrojó un déficit de 79.828.156 pesos. Con ese saldo negativo, el pasivo total del club alcanzó los $ 216.827.799. La deuda total duplica a los números rojos que ya se mostraban en el ejercicio anterior, bajo la gestión de José María Aguilar. El balance, entre otras cosas, también mostró que River tiene deudas vencidas por 57 millones de pesos y que en los próximos seis meses deberá afrontar pagos por un monto similar. Ante este panorama, los millonarios deberían refinanciar su deuda, vender jugadores o encontrar dinero fresco del esperado fideicomiso, que hasta ahora ha tenido más presencia en declaraciones públicas que en la vida real. Evidentemente, el nuevo presidente Passarella no pudo achicar el déficit operativo.

Boca vivió una situación similar a la de Independiente y River en 2009, cuando el balance 2008/09 dejó un rojo de $ 11,34 millones. "El balance va a ser excelente" había augurado el presidente Jorge Amor Ameal sobre los números del último ejercicio. Las cifras finales hicieron honor a la promesa: el club ganó casi cuatro millones de pesos y bajó en más de $ 39 millones el pasivo. Sin embargo, como en todos los equipos, los números se sustentan en la venta de jugadores al exterior. Sin esos ingresos, el saldo hubiera dado un rojo de $ 32 millones.

Independiente y River son algunos de los exponentes más brutales de la deuda como modelo de gestión que tiene el fútbol en estos tiempos. En las últimas cinco temporadas, Boca contrató 45 jugadores, Racing 76, Independiente 69, River 66 y San Lorenzo 65. Números que asustan no sólo por los escasos resultados deportivos de los equipos más importantes de la Argentina sino por los flojos balances de gestión que luego se muestran en los escritorios. Al menos la Comisión Directiva de River aprobó denunciar penalmente al ex presidente José María Aguilar y al ex secretario Mario Israel por un faltante de 3.000.000 de dólares, producto de la venta de Fernando Belluschi al Porto. Quizás sea una buena forma de que algo empiece a cambiar.

Aquí un video de la asamblea de Independiente en septiembre pasado, una buena muestra de cómo se resuelven algunas cosas en el fútbol argentino:

"Tiempo muerto", el documental sobre los campeones mundiales de 1950

"Si los yanquis hubieran tenido un equipo asi hubiesen hecho 704 peliculas. Acá lo que hicimos fue taparlos, olvidarlos".

El pasado 3 de noviembre se cumplieron 60 años del título logrado por la selección argentina de básquet en el Mundial de 1950, el primero de la historia. El documental "Tiempo muerto", a cargo de las productoras El Grillo Cine y Habitación 1520, con la iniciativa del Licenciado Emilio Gutiérrez, rinde homenaje a estos héroes, recordando sus hazañas de ayer y mostrando su vida de hoy. Un equipo que alcanzó la gloria en su país en medio de miles de fanáticos y cuyos jugadores fueron suspendidos de por vida años más tarde, en medio de una furiosa persuecución de la dictadura militar que llegó al poder en 1955. Recomendable.


Aquí el trailer de la película, que ya circula por distintos festivales internacionales:

Los Andes, Quilmes, Tristán y el poder de las barras

“Todos queremos sacarlo adelante y ponerlo en el lugar donde se merece estar, que es arriba, porque es un club grande”, dijo Néstor Ferraresi en su primer entrenamiento al frente de Los Andes a fin de septiembre. A menos de 60 días de aquella bienvenida, ya no está al frente del Mil Rayitas. Dos apretadas de la barra brava sellaron su salida del club.

Luego de perder como local 1-2 frente a Flandria el 11 de octubre, un grupo de 15 barras entró en el vestuario del plantel de Los Andes y amenazó verbalmente a dos referentes del equipo. Dos fechas más tarde, luego de perder ante Acassuso, la barra brava volvió a encontrarse con los jugadores, esta vez en el campo de entrenamiento. Los violentos volvieron a quejarse por la mala campaña del equipo, que está anteúltimo en la tabla con 11 puntos en 15 partidos, e insistieron para que un grupo de futbolistas sean desafectados del plantel. Los Andes cuenta con el presupuesto más alto de la Primera B y a comienzos de temporada soñaba con pelear el ascenso. “Me voy porque no me pueden dar garantías” dijo Ferraresi al anunciar su renuncia luego del encuentro con la barra. “Dejamos el cargo porque nunca me había pasado algo parecido. Dirijo desde el 97 y no puede ser que me quieran manejar mis decisiones”, agregó Ferraresi, quien sólo dirigió 5 fechas al equipo. Ricardo Rodríguez ya asumió como nuevo entrenador.

En Los Andes, el dominio de la barra brava en el club mediante el uso de la violencia no es algo que pueda considerarse novedoso. En 1998, el entonces técnico Pedro Marchetta debió soportar continuas presiones de los barras. El entonces preparador físico, Gabriel Raffo, fue atacado a balazos el 5 de mayo de aquel año. El 10 de octubre de 1998 quien sufrió la violencia de los hinchas fue el técnico Víctor Damiano, a quien le dieron una feroz paliza. En 2010, fue el entrenador Oscar “Cachín” Blanco quien abandonó su cargo en Los Andes por las presiones constantes de la barra, que en lo que va del año ya visitó al plantel en cuatro oportunidades.

"Cuando uno de estos impresentables se mezcla entre los normales la batalla está perdida y no va a tardar mucho para que aparezca un muerto en el fútbol si seguimos así" dijo el presidente de Quilmes, José Luis Meiszner, al referirse a la agresión que sufrieron los futbolistas de su equipo por parte de la barra el pasado sábado

Mientras volvían en micro desde La Plata luego de perder ante Gimnasia (LP), los jugadores recibieron piedrazos de sus propios hinchas. Al llegar de vuelta a su estadio, los jugadores encontraron varios de sus automóviles rayados y vidrios rotos. Por tal motivo, el plantel se trasladó hasta la comisaría más cercana para realizar la denuncia. En el camino, en la esquina de 12 de Octubre y Gran Canaria, varios hinchas los insultaron por la mala campaña del equipo. Por este último motivo, hubo un detenido. El 7 de septiembre pasado, la barra brava había visitado al plantel en busca de explicaciones por el mal momento que ya atravesaba Quilmes. Hoy, muchos jugadores ya manifestaron su voluntad de marcharse del club, que se ubica último en el Torneo Apertura con 6 puntos en 13 partidos. No es poco para un equipo gobernado por el Secretario General de la Asociación del Fútbol Argentino (Meiszner) y por el Jefe de Gabinete de La Nación (Aníbal Fernández).

Una situación parecida vive Tristán Suárez, donde un grupo de 15 barras llegó al entrenamiento del equipo hace pocos días y amenazó a punta de pistola a los integrantes del plantel efectuando disparos. Como consecuencia del hecho, ya se desvinculó del equipo el zaguero central Gonzalo Peralta, que continuará su carrera en Aldosivi de Mar del Plata, y también lo hará próximamente el arquero Albano Anconetani.

Distintos clubes, similares situaciones. Sin embargo, Meiszner, representante del poder futbolístico y virtual mano derecha de Julio Grondona, titular de la AFA, reconoció que es probable que dentro de poco tiempo aparezca una nueva víctima. En ese sentido, puede considerarse un buen alumno de su jefe, quien en 1984 dijo públicamente sin ponerse colorado: "En este país, si no hay un muerto no pasa nada".

Los dueños del fútbol chileno y el adiós de Bielsa

En el Mundial de Sudáfrica comenzó a correr el rumor sobre la existencia de una lista paralela a la candidatura de Harold Mayne-Nicholls al frente Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile. Mientras la selección chilena volvía a una Copa del Mundo después de 12 años y conseguía su mejor resultado en casi cinco décadas, Antonio Bloise, del club Everton, aparecía como un nombre posible para sentarse en el sillón de la ANFP.

Ya entonces muchos de los presidentes de los clubes chilenos criticaban cierto estilo de conducción personalista de Mayne-Nicholls y su avance sobre la autonomía de los clubes. Mientras discutían cómo repartir los excedentes del Canal de Fútbol, que transmite los partidos del torneo local, Mayne-Nicholls pedía que cada club destinara esos recursos a mejorar su infraestructura. En aquella discusión de principios de 2010, los directivos de Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile se oponían a repartir esos recursos en partes iguales y querían seguir manteniendo sus porcentajes históricos, contrariamente a la posición oficial.

La disputa entre Mayne-Nicholls y muchos de los clubes chilenos se saldó el pasado 3 de noviembre, cuando en las elecciones para renovar autoridades de la ANFP se impuso una lista alternativa, encabezada por el empresario español Jorge Segovia. El actual titular de la Unión Española se quedó con la dirección del máximo organismo del fútbol chileno luego de imponerse en la votación por 28 votos contra los 22 de Mayne-Nicholls. Segovia estará al mando de la ANFP por los próximos cuatro años. Su postulación fue gestada sólo 10 días antes con el apoyo de los equipos más importantes del país, como la Universidad de Chile, la Universidad Católica y Colo Colo, donde el actual Presidente, Sebastián Piñera, es uno de los accionistas mayoritarios.

El proceso que terminó con la salida de Mayne-Nicholls, un periodista con cargos en FIFA, se inició en mayo de 2005, con la aprobación de la Ley 20.019, que obligaba a todos los equipos a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas. El Estado ofreció entonces a los clubes la opción de renegociar sus altas deudas con el fisco en condiciones muy favorables como una fuente de incentivo.

La particularidad del caso chileno no es que todos los clubes hayan pasado a capitales privados, sino que algunos de los impulsores de Ley 20.019 fueron los que se quedaron con algunos de los clubes. Desde fines de los ’90, empresarios como Ricardo Abumohor y el abogado Darío Calderón habían sido los principales promotores de la ley de SAD, junto al entonces senador Sebastián Piñera, el senador Jorge Pizarro y el ex ministro Heraldo Muñoz, entre otros. En 2004, Abumohor y Calderón (ex director de LAN Airlines) lideraron un grupo que se adjudicó a un módico precio el club Palestino, por entonces en quiebra. La familia Abumohor se abrió de aquel negocio e ingresó en el O’Higgins de Rancagua, donde Ricardo, ex presidente de la ANFP, está hoy al mando.

En el caso de la Universidad de Chile, al frente se ubica Carlos Heller, que cuenta entre sus empresas a las tiendas Falabella y la láctea Parmalat, además de viñedos y concesiones sanitarias. Lo acompañan empresarios de la salud y de los medios de comunicación. El Everton es controlado por Antonio Martínez Seguí, dueño de los casinos de Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas e Iquique. Junto a él se ubican empresarios farmacéuticos, inmobiliarios y dueños de discotecas. Martínez participará de la nueva conducción de la ANFP junto a Segovia. El empresario español es dueño de la universidad y los colegios SEK y desde allí llegó al fútbol hace sólo dos años y medio, cuando compró el club Unión Española.

El caso más llamativo es el del Presidente Piñera, quien desde el Congreso impulsó la ley de SAD y luego se valió de ella para hacer sus propios negocios. Originalmente, la Sociedad Blanco y Negro, que compró el Colo Colo, estaba formada por varios empresarios del mundo financiero y del papel, que lograron ordenar financieramente el club. Tiempo después, Piñera, confeso hincha de la Universidad Católica, compró el 12,5% de Blanco y Negro, cuando sus acciones comenzaban a subir. Todavía las conserva, en un polémico caso de conflicto de intereses. El consuegro del Presidente, Hernán Levy Arensburg, es dueño del 25% de las acciones que compró a Gabriel Ruiz-Tagle, subsecretario de Deportes, quien fue obligado a vender su parte luego de un proceso de fiscalización. Así, la familia presidencial controla cerca del 40% de las acciones del club más influyente en las elecciones de la ANFP.

Después de la elección de Segovia, Piñera desmintió su participación en los resultados finales, pese a que distintos medios dieron cuenta de sus llamados personales a algunos presidentes de clubes para que enfrentaran a Mayne-Nicholls. "Lamento mucho que haya sido visible la intromisión política en la elección de la ANFP. Las huellas del Presidente Piñera están impresas en este nefasto resultado de la elección de hoy, que significará la salida de Marcelo Bielsa y la interrupción de un proyecto deportivo que empezaba a dar sus frutos" dijo el diputado Pepe Auth.

El primero que se irá es Marcelo Bielsa, el entrenador de la Selección, quien había condicionado su continuidad a la reelección del actual presidente y hombre que lo contrató. Bielsa se despedirá el próximo 17 de noviembre, en un amistoso ante Uruguay en el estadio Monumental de Santiago. En enero abandonará su puesto Mayne-Nicholls, quien en su gestión cuadruplicó los ingresos la ANFP, elevó el número de trabajadores de la Asociación de 30 a 70 y, en su jugada maestra, contrató a Bielsa al frente de la selección, que clasificó a Chile al Mundial y allí llegó a octavos de final. Pero Mayne-Nicholls intentó hacer un reparto más justo de los excedentes del CDF y no se circunscribió a los pedidos de los tres clubes más poderosos. Probablemente, esa haya sido la verdadera razón de su derrota.

Antes de las elecciones presidenciales que consagraron a Piñera en enero pasado, los candidatos alabaron repetidamente a Bielsa y sus formas de trabajo. 10 meses después, el poder político y económico operaron para sacar al responsable de su llegada. Es que los grandes capitales ya controlan todo el fútbol chileno y sólo les faltaba hacer pié en la Asociación que lo regula. La FIFA no acepta la intromisión del poder polítcio en el fútbol, aunque eso sólo se combate si se hace a la luz del día.


Aquí una pequeña humorada sobre las elecciones en la ANFP y la salida de Bielsa:

Batista es el nuevo técnico de la Selección Argentina

A comienzos de 1974, Sergio Batista apenas tenía 11 años y apenas si soñaba con debutar en Primera División. Quizás ni pensaba en ganar una Copa del Mundo y dirigir a la Selección Argentina. Ese año, César Luis Menotti asumría como entrenador del equipo nacional, con la idea de desarrollar un plan de 4 años que culminara en el Mundial de 1978 que se jugaría en Argentina. La Asociación del Fútbol Argentino estaba intervenida por un decreto presidencial desde agosto de 1966. En 1971 había pasado a depender del Ministerio de Bienestar Social.

Para que la institucionalidad retornara a la casa madre del fútbol argentino fueron necesarias una serie de modificaciones estatutarias realizadas en 1974, que alteraron la organización interna que regía hasta entonces. El Consejo Directivo de la AFA fue sustituido por el Comité Ejecutivo. El Consejo estaba formado por aquellos miembros que decidían los clubes asociados. A partir del nuevo estatuto, la situación no sería la misma. El presidente elegiría a la mitad de los miembros del nuevo comité, donde además tendría doble voto, repartiría allí los cargos, elegiría a la mitad de los miembros del Consejo Federal, a los integrantes del Tribunal de Disciplina y a los del Colegio de Árbitros.

Con el cambio, la AFA dejaba de depender del Gobierno Nacional para volver a manos de los clubes de futbol. La consolidación de un fuerte poder presidencial permitiría colocar al mando a un hombre afín a José López Rega, titular entonces del Ministerio de Bienestar Social, y mantener así el control gubernamental sobre el fútbol. Pese a la oposición de los clubes, la reforma se aprobó y se mantiene vigente hasta hoy.

En 1974 se configuró el marco jurídico para que hoy Julio Grondona pueda dirigir durante más de 30 años los destinos del fútbol argentino a su imagen y semejanza. No sólo para repartir cargos, dinero y favores a gran escala sino hasta para conformar una comisión que bajo la fachada de la independencia y el debate de ideas designe a su entrenador favorito al frente de la Selección Argentina.

El lunes pasado, los presidentes Germán Lerche, de Colón, Mario Contreras, de Godoy Cruz y Julio Ricardo Grondona, de Arsenal, junto a los vices Juan Carlos Crespi, de Boca, y Diego Turnes, de River, fueron los encargados de darle forma a algo que ya estaba decidido de antemano: Sargio Batista es el nuevo entrenador de la Selecciona Argentina hasta 2014. Luego del reunión, el grupo de los 5 informó lo sucedido al Comité Ejecutivo de la AFA y se aprobó allí la continuidad de Batista. Una conferencia de prensa realziada ayer con la presencia de Grondona confirmó lo que era un secreto a voces.

Luego del Mundial, los dirigentes argentinos podrían haber convocado a distintos entrenadores para presentar proyectos en la AFA, donde informaran un plan de trabajo, su visión global sobre el futuro de la Selección Argentina y su coordinación con las selecciones juveniles. A partir de eso los dirigentes hubieran podido debatir y elegir al técnico más preparado para dirigir al equipo nacional. No pudo ser.

Otra vez todo quedó en manos del presidente de la AFA y su familia. Más que las reuniones de protocolo, el aval de Grondona, el visto bueno de los jugadores y los aceptables resultados conseguidos (sobre todo el 4 a 1 a España en septiembre) fueron los avales de Batista para pasar de DT interino a definitivo. No era necesaria semejante puesta en escena de debate y pluralismo para confirmar una decisión previa unipersonal. Todo sigue igual que en 1974.

Aquí un fragmento de la conferencia de ayer de Sergio Batista y Julio Grondona:


Las barras bravas copan los clubes argentinos

Deportivo Español, San Miguel, El Porvenir, Nueva Chicago, Los Andes, Sacachispas, Laferrere, Huracán, San Lorenzo, Tristán Suárez, Racing y Vélez son equipos que sufrieron durante los últimos 60 días en carne propia el poder que las barras bravas detentan hoy en la Argentina. En estos casos, la historia no terminó con víctimas fatales, como le tocó al militante del partido Obrero Mariano Ferreyra, que lejos de las canchas encontró la muerte a manos de los violentos del fútbol el pasado 20 de octubre. Pero en la Argentina, el poder de los grupos violentos organizados nacidos en los estadios no se mide ya sólo por la posibilidad de provocar la muerte, sino que por la chance de imponer su voluntad en los clubes, y fuera de ellos, a partir de la violencia.

Tras la derrota con Almagro, el 31 de julio pasado, un grupo de barras de Deportivo Español, de la tercera categoría del fútbol argentino, apretaron a los jugadores pidiéndole camisetas, dinero y buenos resultados. A cambio recibieron plata fruto de una pequeña colecta y prendas de la utilería. Tras el encuentro con San Telmo, tres emanas después, la barra ingresó a la confitería a exigirles plata a los dirigentes y socios presentes. Dos de ellos se negaron y fueron golpeados.

El 12 de septiembre, 12 barras de San Miguel, de la cuarta categoría del fútbol argentino, pasaron por los vestuarios del club y amenazaron al plantel. “Si no le ganan, cobran todos”, dijeron en referencia al siguiente partido que disputaría el verde. El domingo 19 de septiembre, San Miguel perdió ante Argentino de Merlo y los barras fueron a pedir la cabeza del entrenador, Armando Gonzalez, quien no aceptó la sugerencia. “Acá mandamos nosotros, o todavía no te diste cuenta. Si para el martes no te fuiste, te lastimamos. Sabemos dónde vivís y cómo se mueve tu familia” le respondieron los hinchas. “Les hice frente hasta que pude, pero vivo en el barrio, veo cómo se manejan y no soy un mártir. Tengo impotencia, pero primero está mi familia. Lograron meterme el miedo adentro”, le dijo González al diario Olé luego de confirmar su salida s los pocos días. Con él también se fueron dos vicepresidentes y el secretario del club.

Días después, en el mediodía del pasado 16 de septiembre, el plantel de El Porvenir, que milita en Primera C, estaba por terminar la práctica en su estadio cuando apareció un cortejo fúnebre que trasladaba el cuerpo de Javier Suldini, un hincha cuyos compañeros querían que antes de ser sepultado fuera despedido por el plantel. El grupo de 60 violentos irrumpió y tres de ellos empezaron a dialogar con el entrenador Mariano Valentini. Todo parecía tranquilo, pero de repente otros comenzaron a reprocharles a los jugadores la mala campaña del equipo. De los insultos pasaron a las agresiones a los integrantes del cuerpo técnico y también a los jugadores. Además le rompieron la cabeza a Nicolás Marquievich, un juvenil de 15 años. Otro hincha entró con una moto a la cancha para correr a los jugadores. Cuando terminó el bochornoso espectáculo, los hinchas siguieron camino al cementerio.

Durante el mes de septiembre, la fracción Los Perales de la barra de Nueva Chicago apareció en dos ocasiones en la práctica del equipo, para exigirles resultados al plantel y llevarse ropa deportiva. El 11 de octubre, Los Andes perdió como local 1-2 frente a Flandria. Luego del partido, un grupo de 15 barras entró en el vestuario local y amenazaron a los jugadores y al cuerpo técnico.

El 30 del mismo mes, el plantel de Sacachispas esperaba en su estadio para comenzar el tercer entrenamiento a cargo de Germán Corengia, quien pocos días antes había asumido el cargo como entrenador. De pronto, llegaron varios autos y motos con miembros de la barra. Como si fueran los dueños de casa, entraron a la cancha y primero hablaron con el flamante DT. Luego fueron por el plantel, al que le reprocharon la mala campaña con armas de guerra en la mano. “Hoy no gatillamos, pero si siguen así y nos mandan a la D...” fue alguna de las frases que se escucharon.

Al día siguiente, San Miguel, con Gustavo Di Giuli en el banco en reemplazo del saliente Armando González, le ganó a Laferrere por 1 a 0. Tras ese juego, la barra visitó al plantel de Lafe para exigirle más entrega en los partidos. En partido ante Liniers, que terminó 1 a 1, la hinchada repartió insultos para los jugadores y luego 50 barras ingresaron al vestuario y obligaron a los futbolistas a salir al campo. Allí, les pidieron que “saquen el equipo de la C” y lanzaron un “si no tienen ganas no vengan más”.

El 23 de octubre, luego de la derrota de su equipo ante Temperley por 3 a 1, un grupo de barras de Tristán Suárez amenazaron a Luciano Goux y atacaron el auto de Marcos Giménez. Dos días más tarde, un grupo de 15 barras llegaron al entrenamiento del equipo y amenazaron a punta de pistola a los integrantes del plantel que hacían trabajos regenerativos. Los violentos habrían tenido un intercambio de palabras con el arquero Albano Anconetani, que fue subiendo de tono hasta que uno de ellos sacó un revólver y efectuó tres disparos al piso. Luego los barras ingresaron a los vestuarios, de los que se llevaron varios pares de botines y zapatillas de algunos juveniles. Todo ante la atenta mirada del el vicepresidente Oscar Vergara y de un grupo de dirigentes que estaban en el lugar.

En Primera División, el panorama no es muy diferente al del ascenso. El 2 de octubre, Huracán perdió de visitante ante Racing por 3 a 0. Cuando el micro con los jugadores y el cuerpo técnico estaba llegando al estadio del Globo para que los futbolistas retiraran sus pertenencias de la concentración, notaron que unos 100 hinchas los esperaban. Por pedido del plantel, el personal de seguridad que viajaba con ellos le ordenó al conductor del ómnibus que siguiera de largo. Pero los hinchas no se quedaron de brazos cruzados y empezaron a seguir al bus en distintos autos. Finalmente, la delegación paró a la altura de la Comisaría 32. Mientras se escuchaban gritos amenazantes, la policía custodió al micro en su camino de vuelta al estadio. Allí, varios jugadores y el cuerpo técnico decidieron bajar para hablar con los hinchas. “No queremos plata ni ropa, sólo que no nos manden a la B”, repetían los violentos, como si sus palabras pudieran modificar los resultados de los partidos. Pero Huracán pudo levantar cabeza y el domingo 24 de octubre goleó a San Lorenzo, su clásico rival, por 3 a 0. Entonces fue el plantel del Ciclón el que sufrió el poder de la barra. Varios hinchas aparecieron por la concentración del equipo para "pedir explicaciones" a los referentes, en medio de un clima tenso.

Luego de la derrota ante Independiente, un grupo de hinchas apreció por el entrenamiento de Racing, donde increparon a algunos jugadores como Claudio Bieler, y le rayaron el auto a Bryan Luy. En agosto, un cumpleaños en la confitería de Vélez había terminado a los tiros entre miembros de la barra. Para el partido contra Defensor por la Copa Sudamericana, dirigentes de Independiente contrataron a un grupo de barras para controlar los ingresos con chalecos identificatorios.

La enumeración tediosa, dolorosa y hasta difícil de soportar, sirve como muestra de que el poder de las barras bravas argentinas es absoluto en muchos de los clubes argentinos, no sólo cuando juega su equipo sino todos los días. La imposición de la voluntad mediante la violencia es la norma en muchas instituciones, a la luz del sol, ante los ojos de dirigentes y policías y con su posterior repercusión en los medios masivos. Pese a todo, la situación se permite y tolera. Ojalá algún día cambie.